Tanto tiempo escribiendo, tantísimas entradas y hasta ahora no caigo en la cuenta de que nunca os he hablado de mi obra. ¡Upps! Debe ser la edad que no perdona, o esta tendencia mía a saltar de tema en tema cual cabra monteña sin reflexionar apenas. Escribo por impulsos, ¿os lo había contado ya? Sólo me siento delante del ordenador cuando realmente tengo algo que decir, de ahí que las entradas en mi blog tengan menos regularidad que la menstruación de Lady Gaga. En fin, qué se le va a hacer, una no puede estar en todo.
Dediqué
muchos años a la abogacía, no en una rama cualquiera, no: en las 2 más
desagradables que posiblemente se ofertan. Criminalística y mediación familiar
en divorcios sangrientos. No creo que haga falta explicar las condiciones anímicas
en que llegaban los clientes al despacho. Si sufrir un problema que nos
conduzca al abogado de ordinario nos preocupa, qué decir cuando tú o alguien
cercano y querido está encausado penalmente o cuando atraviesas el crudo lodo
de una familia en pleno desmorone, con ilusiones rotas, niños que sufren,
venganzas en marcha y todo lo ya conocido.

Surgió
mi labor de consejera. Algo que ya se venía cociendo desde mi más tierna
infancia, cuando en el colegio mayor tenía prácticamente montado un consultorio
sentimental y me colgaron en la puerta de la habitación un folio con fixo que
decía:
"Te
queremos, Elena Francis. Gracias por todo"
Por
cierto, jamás debí tirar ese cartel. Si llego a saber que con el tiempo tal
adjudicación se haría realidad... en "LA MOTA ROSA".
Cuando
por motivos graves de salud planeaba en mi cabeza abandonar la abogacía, antes
de haberlo ni mucho menos decidido, ya surgió la Psico-comedia. Debe ser que mi
yo "consejero" viéndose amenazado de desempleo buscó inmediatamente
salida por otros derroteros. El proceso de elaboración mental debió ser algo
parecido a esto:
Siglo XXI.
¿Nada nuevo bajo el sol? ¿Falta originalidad
en nuestro universo literario? ¿Todo lo que se publica es más de lo mismo?
¿Y si fuésemos capaces de descubrir un
género novedoso tanto en España como en el resto de Europa con el más amplio
espectro de ventas? ¿Algo que guste a adolescentes, jóvenes y ancianos, a
hombres y mujeres,sin distinción?
¿Será posible?
1ª) Eliminemos el formato
"manual", árido, repetitivo y aburrido y sustituyámoslo por el de
"novela", con su ritmo, su argumento, sus personajes y sus cosicas.
Nace la autoayuda novelada: el lector se
sumerge en la historia, las peripecias de los personajes y disfruta sin
percatarse del trasfondo psicológico y terapéutico de lo que lee.
2ª) Plásmela en clave de comedia.
De ese modo, incluso los que no capten o no
necesiten el mensaje psicológico de la obra, se llevarán consigo el innegable
bienestar de la risa.
Me convencí de que lograrlo sería posible y
tras varios intentos, nació la PSICO-COMEDIA.
En España, que como inventores no tenemos
parangón. Sin antecedentes en la literatura europea, para que rabien y se
chinchen. Completamente original y castizo. ¡Toma ya!
Y ahí estamos, en la brecha, juntando palabras
para que la colección crezca. Con 5 títulos publicados que tratan
respectivamente la reacción de tu entorno cuando decides ser tú misma (Un
féretro en el tocador de señoras), la caída de la autoestima con la edad y la
amistad verdadera (Cuarentañeras), la mitomanía o mentirosos compulsivos (Del
suelo al cielo), el maltrato psicológico
(Gato por liebre) y las personas que no saben decir "no" (Esto te lo
apaño yo.com). Llena de ilusión y de fuerzas que a veces me abandonan en busca
de aventuras y mejores tierras pero que siempre acaban regresando al redil.
Porque saben que las necesito, que esto es una tarea para la buena gente, que
los libros están curando corazones y sacando la risa de personas tristes en
momentos en que poco o nada nos lleva a sonreír. Que hay que ser agradecidos y
corresponder a las cartas y mensajes que recibo, plenas de agradecimiento y de
cariño.
Por todo eso, por vosotros y por mí misma...
¡Resistiréeeeee!
Nos os perdáis mañana miercoles "Galletas de la suerte" de Alicia Pérez Gil