Llevo tanto tiempo sin pasar por
aquí a dejar mis “tonteridas”, que hasta me parece diferente este huequito
perdido de la red.
¿No os pasa eso? A veces tardamos
tanto tiempo en regresar a ciertos sitios que cuando volvemos nos parecen
nuevos, parece una primera vez. O quizás es que esté sentimental, o que me
tiene que venir mi prima la de Mostoles, vete a saber qué le pasará a esta
cabeza loca que tengo de adorno sobre los hombros.
El caso es que las primeras veces
están sobrevaloradas, siempre las recordaremos, sí, una putada en ciertos casos
y una sonrisa inconsciente en otros, pero por ser la primera vez, ahí están
para el recuerdo.
Yo tengo muchas primeras veces
preferidas, una de ellas fue cuando vi la cara de mi hijo, con toda esa porquería
cubriéndole los mofletes medio amoratados, eso es una primera vez y lo demás
son tonterías.
Otra primera vez memorable fue el
día que conocí mi casa, supongo que os parecerá algo sin importancia, pero
tengo un recuerdo muy bonito de aquella visita rápida a una casa destartalada y
llena de rincones en los que gastar una asquerosa cantidad de dinero. No era nueva,
ni la más bonita, ni la mejor, pero la vi con ojos soñadores y eso siempre
ayuda, la imaginación nos ofrece ver el futuro, aunque muchas veces el futuro nunca
es como lo imaginaste en un principio.
Recuerdo el primer día que conocí
a mi hermana, fue mágico. No solo verifiqué que era una de las mejores personas
que conocería en mi vida, si no que me ofreció su casa, sus hijos y todo lo que
poseía, pidiéndome una sola cosa a cambio, no separarnos jamás. Y os prometo
que cumpliré mi promesa. Sonará muy cursi y empalagoso, pero ella da luz a los
días en los que solo veo negro en el horizonte.
O mi primera vez en publicar en tacones, con aquella ilusión por colaborar con mis chicas, mis compañeras taconeras, a las que quiero un montón.
Otras primeras veces, esas que
supongo a todos os gustaría que contara, pues eso, fueron primeras veces, pero
demasiado personales como para dar detalles públicamente.
Muchos de los que me seguís o leéis
de vez en cuando, sabréis de mi obsesión por cierto cantante, mi admirado Jack
White, que no solo me gusta su música, o su voz, o la manera magistral con la
que toca su guitarra (con esas manos no puede hacer nada malo “suspiro”). Sino,
que ha conseguido lo que muchos otros artistas no han logrado, y es
reinventarse en el mundo de la música sin caer en lo comercial y absurdo.
La primera vez que lo vi en
concierto, y lamento decir que la única (por ahora, “suspiro de nuevo”), fue
algo inolvidable. Estaba guapísimo, hizo un concierto digno de las mejores
salas y me quedé muy satisfecha al comprobar que él también se había sorprendido
de la buena acogida que los fans de Madrid le dimos, estoy segura de que no se
esperaba ver tan entregados a un grupo de gente que coreaba todas y cada una de
sus canciones, contando con que su nuevo disco llevaba en el mercado menos de
un mes. Lo pude ver en primera fila, estar a un metro de distancia de él.
Cuando voy a un concierto me pone
muy nerviosa las chiquillas que parece que se les acaba el mundo por ver a su ídolo,
que pierden los nervios, gritan, lloran, se desmayan… Yo me emociono, sí, pero
no creo que haya que mitificar a una persona hasta esos límites.
Dentro de una semana tendré una
segunda vez con otro de mis cantantes favoritos, y cuidado, no caigáis en el
error de compararlos, mi Jack siempre será mi Jack.
Artic Monkeys, los conozco desde
hace unos años y desde el principio me cautivaron, sobre todo él, uno de los
mejores cantantes en habla inglesa, bajo mi punto de vista, claro. Y es que
Alex Turner tiene esa pronunciación y melodía en la voz que podría enamorar a cualquier
mujer que se propusiera.
No es de extrañar que este inglés
tenga ese acento tan pulcro; de padres profesores y bebiendo de grandes como lo
son Oasis, este chico tan joven dio un gran golpe en el mundo
discográfico.
Mi primera vez fue el año pasado,
los vi en directo cuando vinieron a Madrid para la gira de su anterior álbum
“Suck It and See”, y este año, para delicia de sus seguidores, vuelven a la
carga con su nuevo trabajo “AM”.
Aquí os dejo el enlace del
anuncio del concierto. Hace varios meses que tengo mis entradas, pero creo que
aún quedan a la venta. (Además de Madrid, también estarán en Barcelona)
Pero basta de halagos, os
mostraré un poquito de ellos para que podáis juzgar por vosotros mismos. Y para
no aburrir al personal, solo pondré una de sus canciones, la última, la que me
ha vencido y me tiene todo el día tarareando. Es lenta, pero con una fuerza
brutal, con esas letras que tan bien sabe crear Alex, ya que no solo es el
vocalista y guitarrista del grupo, si no que él mismo compone sus temas, e
incluso ha dirigido algunos de los vídeos musicales de sus canciones.
En esta ocasión ha sido un fan el que ha dado imagen a esta espectacular canción, algo diferente, una sucesión de bocetos dibujados creados por Ryan Woodward, que recrea la historia de un amor
y su sufrimiento, bajo mi punto de vista, una combinación sublime. Os recomiendo abrir pantalla completa y disfrutar de la
historia que cuenta. A veces con muy poco te pueden emocionar.
Ya me contaréis qué os ha
parecido ;)
Y hasta aquí puedo leer, espero
que os haya gustado la entrada “rara/musical/primera vez” de esta semana.
Un beso para todos y que paséis
un fin de semana estupendo.