He descubierto algo; me gusta jugar a cosas de nenes. Y lo
que es más, a ellos, en general, eso no parece que les moleste demasiado. A
algunos puede sorprenderlos, otros lo aceptan como algo natural y, los menos,
se sienten un poco incómodos pero aún queda tiempo para que puedan cambiar de
opinión.
Hace no mucho, unos nenes me dejaron que tocará su cajón de los juguetes. «No deben
estar están muy cuerdos pensé», no, no lo están pero en eso reside su encanto.
Yo creo que se divierten diciendo: «Deja que conduzca la rubia a ver qué pasa».
El caso es que, mientras trasteaba por aquí y por allá, me
encontré con una carpeta en un servidor, y en ella había una idea. Era una idea
buena, una idea que se había quedado en el cascarón en espera de que alguien se
acordase de ella. La idea y yo nos miramos, ella pedía a gañidos raros una
oportunidad y a mí me quedaban libres un par de horas al día que estaba
desperdiciando en eso de dormir.
La idea me dio pena al principio, ahí toda canija y con las
escamas pegadas a la cabeza gorda y despeinada, pero me hizo recordar otros
tiempos. Me vi trasportada a un pasado de fotocopias en blanco y negro, maquetación de tijeras y pegamento de barra,
dibujos escaneados y tardes enteras de grapar hojas.
La nostalgia es un arma poderosa, solo hay que ver todos los
revivals de series de dibujos de los 80 que aparecen ahora, y eso terminó por
convencerme.
Cogí la idea entre
las manos y ella dijo: «Griki» emocionada (también aprovechó y se cagó, algo
que suele pasar) y yo, que poseo un corazón frágil y tierno de mujer, dije:
―Te llamaré LÚA
Y Lúa abrió un pico muy grande porque tenía hambre.
Las ideas necesitan alimento para crecer y desarrollarse, y
piden carne humana que cubra de músculo sus alas membranosas para así cobrar
fuerzas que la permitan al fin alzar el
tan ansiado vuelo que las colocará en el aire como leviatanes que dominen el
cielo.
«¿Quién me ayudaría a criar a Lúa?» Me pregunté
Elegí la la banda
sonora de Misión Imposible para que me indujese al trance (es la música más mejor para mirar fichas) y
tiré de mi base de datos.
Necesitaba espadas templadas en el fragor de la batalla, a
mercenarios de probado valor, a soldados fieles que no conociesen el miedo, hoplitas
capaces de solapar su escudo junto al mío y hacer temblar el corazón de la
adversidad.
Misión Imposible se terminó y la nostalgia, que es muy
cabrona, provocó que me decantará por el opening de Dragones y Mazmorras: yo el
bárbaro, tú el arquero, acróbata, magos y el caballero.
Invoqué los nombres desde mi galería de sombras y me llena
de orgullo decir que casi ninguno de los solicitados se negó a cruzar el Rubicón a mi
lado. Algunos vinieron acompañados de colaboradores de otras aventuras, otros
me sorprendieron al cederme su filo de manera incondicional. Pero del apoyo de mis leales de siempre nunca había
dudado. La tinta puede llegar a unir tanto como la sangre.
Ya tenía mi equipo, ahora íbamos a hacer LÚA, una
publicación de periodicidad bimestral enfocada al ocio y la cultura
alternativa. Hablaremos de cómic, de cine, de literatura, de videojuegos.
Iremos a parajes remotos para buscar referentes poco explotados de los mismos,
nos adentraremos en talleres artesano que subsisten hoy en día y trataremos
sobre todo lo que os gusta y nos interesa.
Caminamos hacia un mundo fantástico pero llenos de seres
extraños, como toda revista en soporte físico nuestros dos principales enemigos
son la publicidad y la distribución. La Asociación de Vendedores de Prensa de Madrid
nos ha prestado el grimorio de sus consejos y apoyo para hacer frente a estos
dos titanes, pero no nos vendrán mal vituallas en nuestra odisea, así que si queréis
ser sponsor de LÚA o punto de venta asociado, enviadnos un cuervo sin dudarlo.
―Es una misión suicida ―se escucha al paso de nuestro variopinto
grupo por aldeas, poblados y puestos avanzados― ¡una revista en papel en el tiempo
del pixel, del blog, de Amazon y con la que está cayendo! ¡Necios que desafían
a los dioses!
Necios, puede, y también es posible que no
todos lleguemos al monte del Destino, puede que nos sumerjamos de cabeza en las
Termópilas, o que Skynet consiga
infiltrase en la resistencia, quizás este sea nuestro Álamo, pero contemplo el
panorama de mi alrededor y creo, sé, que somos La Única Alternativa.
Miro a quienes me acompañan y les muestro mi máscara de
batalla para que no vean el miedo en mi cara.
Una voz tocada por el humo me hace recordar:
―Ya te lo he dicho otras veces, So; si un
equipo de trabajo no funciona, el culpable es quien lo ha montado.
―Lo sé, nene.
― ¿Cómo va el tuyo?
―Como un puto tiro.
―Entonces el mérito es suyo.
Danzo en la oscuridad para
allanar el camino.
Algo entre mis dedos
aletea. Siento su calor y alzo los brazos. Alas de cuero cortan el aire.
LÚA comienza su vuelo en diciembre del 2013.
Cualquier ayuda será una estrella que ayude en su viaje.
Podéis mandar vuestros mail, preguntas, dudas o ideas a
info@bylua.com