domingo, 30 de septiembre de 2012

From my Blonde Mind: Se Acerca el Invierno.


Estamos terminando septiembre y el verano ha tocado ya a su fin. Con ello decimos adiós a los vaporosos y ligeros vestiditos característicos del estío, a las sandalias y también a las tardes largas y a las noches cálidas que invitan a pasear y a tomar algo en las terrazas.
Yo me despido como cada año de mi estación favorita con un poco de tristeza. Me encanta el sol y el calorcito, la piscina y la alegría que para mí, desde siempre, ha venido asociada con el verano. Pero tras haberme cogido el primer resfriado de la temporada ya no me quedan excusas para seguir alargando lo inevitable, esto es, hacer orden en el armario y el necesario aunque engorroso intercambio de ropa. Hay que  sacar las maletas de debajo de la cama y una a una ir guardando las prendas (que hibernarán cual osos o marmotas durante los meses de frío) mientras las abrigadas van retornando otra vez al lugar que ocuparon el año anterior, pero no sin antes pasar por un necesario y merecido baño que les quite la pereza y el polvo acumulado en su obligado retiro.
Total un engorro mayúsculo, que además trae aparejado un montón de obligaciones.
¿Cuáles?
Por ejemplo cuando sacas del inframundo de debajo de la cama cosas que llevaban tiempo inactivas ¿qué descubres? Pues que hay algo más que lo que esperabas encontrar.
¿Cómo qué? Pues como un montón de pelusas del tamaño de gatos monteses que te miran amenazadoras desde abajo. Tú te armas con la aspiradora y te diriges hacia ellas con decisión, con firmeza, fingiendo que no tienes miedo cuando en realidad eres consciente de que te encuentras en inferioridad numérica y que ellas conocen mejor el terreno.
No titubeas, la mejor defensa es un buen ataque y, rápido sin darles tiempo a reaccionar, pulsas la palanquita de on. Entonces te quedas con cara de "alelá". Donde tendría que haber una fuerza desbordada de succión, no hay nada. Miras el pitorrito y repites la operación, on, off, on. ¡Mierda! Aquí hay algo que no funciona y para colmo ya has perdido el factor sorpresa. Las pelusas que antes te miraban acojonadas ahora se descojonan de ti. Tú te debates en retirada pero con un último gesto que salve un poco el malparado orgullo de guerrera que llevas en el interior, alzas el puño y exclamas: —Habéis ganado esta batalla pero la victoria final será mía.
Después, durante un rato rumias en silencio la derrota y te lames las heridas sin atreverte a entrar de nuevo en el dormitorio porque sabes que has sido expulsada de tú hogar por enemigos extranjeros; hay que idear un plan. Revisas el estúpido artefacto aquel que tan caro te costó mientras maldices la tecnología alemana. Cuando descubres que no lo has conectado a la red. (Je je cosas así suceden a los más versados en la materia. La excusa no da mucho de sí pero tú eres indulgente contigo misma).
Ya sí que sí, das una patada a la puerta e irrumpes en la habitación entonando un grito  salvaje a lo banshee; blandes en tu mano el tubo metálico (ya encendido) a lo bestia, sin ningún accesorio que lo limite, solo la furia asesina de no sé cuantos vatios a su máxima potencia contra los peludos seres que ahora tratan de huir en desbandada.
—Esto no os lo esperabais ¿Eh?
Pero cualquier intento es inútil contra la Megalaleche Strapon Power Chust, que en pocos segundos se traga a las criaturas y, con sed  de sangre, engancha la funda nórdica y empieza a absorberla sin dar muestras de diferenciar a amigos de enemigos.
— PAAAAra jodía –la gritas- que ya está.
Ella ruge:— HAMBRE .
Eres una xenocida luchando por su hábitat. Los abstractos de la piedad o la compasión quedan tan relegados en tu alma como el impulso racional de llevar a cabo la regeneración moral de  Rousseau y de alcanzar el “Hombre Civil”.
Y tú te envalentonas, algo oscuro y maligno se ha despertado dentro de ti y no dejará de aullar hasta que el ataque de limpieza compulsiva de cambio de estación quede totalmente satisfecho,  pero sabes que eso tardara en ocurrir, porque llevas sin limpiar a fondo…..(Uf que lo piense, digamos mucho sin entrar en más especificaciones, casi mejor hacer una mudanza….).
 La contienda se alarga durante horas en las que como una loca posesa alternas el salón con la cocina y la cocina con el baño, pero no estás sola, no. La fuerza demoledora del guerrero Ajax,  en su versión pino, te acompaña, y, tocada con la cinta para el pelo de Nike, la victoria será tuya (Atenea la de los ojos glaucos mediante).

Eres diosa de la creación pero tu útero pide un sacrificio de sangre. Solo las deidades paganas y complacientes aceptan presas no cobradas. Tú buscas tu propio sustento. Las alabanzas y las súplicas se alzan ante ti al verte aparecer en toda tu gloria con tus poderosas zapatillas rosas con gato bordado que pisotean tronos conseguidos por endogamia política.
Ejércitos enteros rinden sus estandartes al mostrarte con tu camiseta vieja de Berska que termina en el mismo lugar que las bragas feas que te has plantado porque con todo esto no has puesto aún la lavadora.
 Hasta que, por fin,  caes molida y agotada en el sofá, miras la casa y te sientes satisfecha.
     Porque está mal decirlo pero esto es casi mejor que un polvo.
     Bruuuuuuuuum- Te  confirma la Megalaleche Strapon Power Chust

Nada ha cambiado, sigue haciendo frió y no te apetece que las noches sean cada vez más largas, pero has culminado el ritual de cada año, ya has cumplido. Y como no queda más remedio que aceptar lo inevitable, decides hacerlo con alegría. Así que coges la revista de moda que te pilla más a mano y comienzas a hojear sus páginas.  Qué mono lo que viene esta temporada; se vuelven a llevar los abrigos largos de cuero y las tachuelas en su versión macarra chic vienen pisando con fuerza.
—Seguro que algo de esto me cae.-  Sonríes entre dientes con picardía.
Algo bueno tenía que traer el mal tiempo.


Mañana martes Roman, de las Roman de toda la vida y buena familia. Regina con su "Mota Rosa."


Entra y toma asiento


                                                  Todos los días una nueva entrada.
                                                                 Sin tapujos.
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                                                                Sin censura.
                                                               Sin vergüenza.
                                                        Con un par de tacones

sábado, 29 de septiembre de 2012

Vaya par de gemelas: Por fin estamos de acuerdo... de "éso" va la cosa...





Por fin estamos de acuerdo... de "éso" va la cosa...





Ilustración: Karol Scand

«Vamos, que para oír que los vampiros beben sangre y tienen colmillos, me leo cualquier libro y me quedo tan ancha...»
—¿De qué libro está hablando?
—Joder, rubia, sé más discreta y baja la voz, que además no oigo si no te callas...
«No, yo no he dicho que sea un libro malo, pero tanta violencia, tanta sangre, dolor y angustia... para eso me veo el telediario que hay dónde escoger, y no pierdo mi tiempo en leer un libro de vampiros que de vampiros tiene poco. Además, tendrás que darme la razón, el Philip ese pierde aceite, sino, no me explico cómo puede ser tan sumamente blandengue...»
—Dime que no acabo de oír lo que acabo de oír...
—Tranquila, Jean, seguro no habla de...
—¡Y una mierda! Ha dicho Philip y vampiro, cómo se le ocurra...
«Pobre chica, blá blá, que ha sufrido, blá blá... ¿y se enamoran de ella de esa manera? Venga hombre, y el otro protagonista, Malro, Malron, o cómo se llame, que esa es otra, no podía la autora haberle puesto un nombre más sencillo, pero a lo que iba, para uno que parecía que salvaría la historia, y resulta que acaba tan agilipollado cuánto el otro.»
—Eso sí que no... ¡de mi Malrrón no habla ni dios! En mis tacones que subo y te juro que...
—Ahora te digo lo mismo, Cleo: tranquila, ¿vale? Está hablando por teléfono y lo mismo estamos mal interpretando lo que dice y...
« Y eso sin mentar, una vez más, ¿dónde coño está la historia de vampiros tras tanta violencia y melodrama? Que no lo vendan cómo algo que no es, así hacemos dinero todos, no te jode...»
—¡A tomar por saco la educación!
—Morena, por favor...
—No, no, no... ¿tú, niñata? ¿Eres tonta o te lo haces?
«¿Perdón?»
—Ni perdones ni leches, paliducha bizca...
—Morena... por favor...
«¿Me estás hablando a mí?»
—No, a la otra imbécil sentada a tu lado. Anda, pero si estás sola en la mesa.
—Jean...
—A ver tú qué narices tendrás qué decir de la novela, porque tras las tonterías que has soltado, de dos una, o no has leído ni te has fijado en la información antes de hacerte con ella, o eres tonta de remate y te gusta hacer el ridículo. Yo me decanto por una mezcla de ambas.
«Nada, nada, que dos locas me están diciendo no sé qué mierda aquí...»
—¿Qué nos has llamado?
«Es de mala educación meterse en las conversaciones ajenas, y he dicho “locas”, respondiendo a tu pregunta».
—Hay dos cosas que no le dices a las gemelas, la primera, es “que no hay cojones”, y la segunda, es decir que somos locas. Así que más te vale retirarlo, eso, y lo que has dicho de la novela, antes de que te haga de comer el Sansung ese con el croissant y a palo seco.
—Bien dicho, rubia. Estaremos locas, pero no eres nadie para decirlo. Y empieza a retirar lo que dijiste sobre la novela o...
«¿Quiénes sois vosotras? ¿Sois primas de la autora?»
—Esa quiere acabar sin pelos en la cabeza, te lo digo yo...
Tranquila, rubia, defenderé a tu morena, a esa ya la veo de qué pie cojea... Así que una novela de vampiros que no habla de vampiros, protas tontos, violencia gratuita... ¿Sabes leer? Me sorprende, porque de saberlo, habrías visto que, allá dónde haya publicidad de la obra, se pone, y en letras grandes, que no es la típica historia de vampiros y para personitas como tú que buscan las consabidas andanzas de los vampiros adolescentes, y creo que ha dejado bien claro, que no es una novela de vampiros, sino, “con vampiros”. El problema no lo tienen la autora ni mucho menos su novela, lo tienes tú, paliducha pelirroja escuálida, que te lees una novela a sabiendas de lo que hay y aún así tienes la cara de exigir algo que de ante mano se dejó muy claro que no encontrarías en ella.
Y además, déjame hablar a mí ahora, morena, te pones a criticar algo precisamente por no tener lo mismo que hay y sobra en las demás novelas, con lo cual solo muestras tu ignorancia y poca originalidad. Si quieres leerte algo ya escrito o lo mismo pero con diferentes palabras, búscate un libro que al menos prometa darte lo que quieres.
«Tengo derecho a dar mi opinión, sea cuál sea, y si es desde el respecto...»
Exacto, pues aplícalo en lugar de predicarlo; decir que algo no te gustó no es lo mismo que desmerecerlo y ponerle palabras rebuscadas de diccionario con tal de adornar lo que de verdad estás diciendo, pero claro, sin sonar mal para que así los demás no puedan decir que sí lo haces.
Se te olvidó algo, morena, y es que, por lectores cómo tú que no saben dar su opinión sino que imponen su pensamiento sin mirar las consecuencias ni tener el tacto de pensar que, te haya gustado más o menos, el trabajo de nadie debería de desmerecerse, consigues que los demás que nos dedicamos o queremos hacer lo nuestro y decir qué pensamos, quedemos como el culo. Si uno dice que una novela adolescente de vampiros que brillan como luciérnagas apesta, al menos no lo adorna, y tampoco miente puesto que todo el mundo sabe de qué va la obra y no es ningún secreto que sus protas brillen a la luz del sol, o se bañen en purpurina.
Gracias por ello, rubia.
http://society6.com/dangermedia/Fuck-Shit-Up_Print
De nada, morena. A lo que iba, pero de ahí a decir que “beben sangre, vaya novedad, me esperaba saber más de los vampiros” cuando sabes que en un libro no vas a encontrar nada sobre ellos, sino, que son parte de la trama, y que lo que importa es la historia en sí no el cómo consiguieron colmillos, es de hipócritas, o tontos en tu caso, porque sinceramente, canta y de lejos que es adrede y con la intención de herir. No reclames algo que sabes que no vas a tener, porque te pones una pancarta a ti misma de “no soy más tonta porque no entreno”. Y por supuesto que no estoy diciendo que la novela sea perfecta mi mucho menos; tienes sus cosas, es una autora novel, se trata de la primera entrega de una saga, y deja con regustos dulces y amargos a lo largo de su lectura. Sería yo la falsa de decir que es perfecta y no te metas con ella, y no es lo que hago. Pero tirar por los suelos el trabajo de alguien sin ni tan siquiera hablar de hecho del trabajo de esta persona, sino, basarse en sus gustos personales que de primeras tendrían que haberte llevado a no leerte el libro, es de ser gilipollas.
Y para finalizar, que creo que ya hemos perdido demasiado de nuestro valioso tiempo aquí, concluiré lo dicho por mi hermana rubia con algo que creo que lo dejará todo muy claro: si en un grupo de 50 personas que comen arroz una dice: “vaya mierda, eso no sabe a judías”, te aseguro que tendrán mucha más credibilidad las otras 49 que se comieron todo lo del plato, se chuparon los dedos y dijeron: “por fin, arroz que sabe a arroz”. 
«Señoritas, por favor, tendré que pediros que os marchéis...»
Tranquilo, Juanico el camarero, nos vamos en seguida.
Sí, vamos, morena, creo que lo hemos dejado bastante claro.
Ah, y para que conste, un maricón cómo este quería yo en mi vida, ¡pon un Philip en tu cama!
Creo que no es así cómo lo estaban diciendo, Jean...
Da igual, yo me lo pondría en la mía. Y vamos antes de que lleguemos tarde al cine, tengo que desfogarme viendo al Collin Farrel.
Espera, y por cierto, paliducha, se llama “Malrrón”; M-A-R-R-Ó-N, con tilde en la “o”. Y es un nombre propio inventado y original. Y leé el segundo volumen cuando salga, seguro que te va a gustar poder leer de vampiros sin ser sobre vampiros para luego criticarlo y quedar como el culo. La cara-culo ya la tienes, por cierto.
Creo que nos vetarán el paso a la cafetería esa...
Pero ha valido la pena. Para una vez que estamos de acuerdo, morena, y además, te pones a defender a mi escritora morena favorita y sin dejar de decir lo que de verdad piensas, pues...
No te pases, Cleo. Ella me sigue cayendo mal con tanto ojos verdes, nariz respingona y cara de no haber roto un plato mientras que seguro esconde la vajilla entera bajo la alfombra de su cuarto.
Ya... bueno, que conste, que si alguna vez hablan mal de algún libro de tu amiga la escritora rubia, también la defenderé; aunque tenga las mechas tan oxigenadas, tantas cejas perfectas y cara de ángel condenado.
Otra cosa en la que estamos de acuerdo, rubia.
Y por cierto, me vas a contar a qué viene eso de insistir tanto en ir al cine un viernes cuando tenemos que entregar la columna para la web y, palabras textuales: mis tacones son sagrados, lo primero es lo primero.
Por joder.
Cómo cuando entras en el whatsapp para no hablar con nadie pero que aparezca que has estado en línea y así le jodes al que sea porque se quedará pensando: ¿esa con quién narices chatea tanto?
Qué va... no hago "solo" por joder. El maldito whatsapp se pasa todo el día pitando.
—Eso te pasa por dar tu número a todo el mundo y por no darlo de baja como dijiste que harías. Morena, si en el fondo eres un dulce de coco, no sé porqué insistes en hacerte la mala, luego te arrepientes y...
http://users.telenet.be/eek/vic/artemis/rosakis_1_latest.htm
Déjalo, rubia mía. Cómo me sueltes lo del árbol y que estás debajo avisando de que me voy a caer y no te hago ni caso hasta que me caigo, te comes la metáfora de las narices mientras la pelirroja se traga su móvil.
No, yo ya paso de decírtelo. Hace mucho te caíste del árbol, nena.
Y me dejé las bragas colgando de alguna rama seguro...
Qué bestia eres. Y pensar que somos hermanas y gemelas. Eso es un misterio de la ciencia.
¿Ves? Otra cosa más en la que estamos de acuerdo. No sé cómo podemos ser hermanas cuando eres tan acaramelada que incluso mirarte sube el azúcar.
Dice la que cabalga por ahí subida a un unicornio morado...
Venga, va, vamos al cine que luego tenemos que volver corriendo a hacer la crítica.
¿Te la has pensado ya?
Hombre, rubia, nuestra amiga paliducha sale seguro...
—“Con o de vampiros”. Una preposición lo cambia todo, nena.
Y una proposición también...
¿Me contarás ya de una vez a quién estamos jodiendo al venir al cine?
Nop. Pero si te lo preguntan, tú dile que salí de casa tó morena y folladora y que lo único que sabes es que apagué el whatsapp.
Eres cruel... y te vas a caer del árbol, morena...
No creo, mi unicornio tiene alas, rubia...

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Nota:

“Nos hemos infiltrado en la entrada de Karol para daros toda la información de su novela bajo la petición de sus gemelas y claro, de su inseparable unicornio. Nos enorgullece compartir el lanzamiento del año y es un honor tener a una de las mejores autoras del momento en nuestro Blog  y Con un par de Tacones”
 


Y el lunes no te pierdas "FROM MY BLOND MIND"


viernes, 28 de septiembre de 2012

¿Qué hacer antes de los 30? Esto va de hazañas y he cumplido...



Antes de contaros si cogí la llamada de mi ex, me gustaría comentar un poco las hazañas que me enviáis por mensaje privado al feisbu'’, pues son cada vez más disparatadas.  

Y en especial al chico que me envió este mensaje, cito tal cual: 

“deja a tu ex y cásate conmigo”.

¿Así, sin más? Por favor que alguien le dé una lección de romanticismo, ¿dónde están las rosas? ¿el viaje sorpresa a París? ¿dónde está el champagne????

O es que así son las nuevas generaciones en plan “peticiones por la red social”, y todos clickeamos al “me gusta” y dejamos nuestro comentario.  

Me pregunto también, si realmente todo lo que proponéis lo habéis hecho en primera persona.

Justamente hoy, una chica me escribió: “antes de los 30 tienes que raparte todo el pelo, calvita”, ¿Estamos locos? ¡Mi "biondo"! ¡Mi cabellera rubia que me cuesta mínimo, unos setenta pavos bimestrales y hablamos sólo, de el retoque de raíces! Y esa idea inspirada en Britney Spears, odio al mundo y me afeito, no va conmigo.

Y la última proeza que os comento y aprovecho para pediros más ideas, es sobre una propuesta qué dice: “antes de los 30 hay que pasar por el quirófano”. ¿De verdad? O yo estoy muy mal, pues me quedo boquiabierta, o el mundo está muy loco.

Esto mismo, se lo comento a un amigo y el listillo, me suelta:
―Po sí, te quedarían de puta madre una o dos tallas más de melones.

¡Cabrón! Con amigos así quién desea enemigos…

En fin, volviendo a la otra noche en el aseo del restaurante “Il Basilico”, mientras Jóse esperaba sentadito en la mesa, mi ex no dejaba de llamarme y mi corazón latía a mil por horas, siento como un manto de incertidumbre envuelve mi alma.

Dejo caer mi cuerpo hacia atrás para apoyarme sobre el muro, y miro susceptible varias veces ese móvil parpadeante. Por fin, después de mucho deliberar, me decido a escuchar el mensaje de voz.

(¡Oye, qué no respondí! ¡Tenéis que estar contentos!)
 
Mensaje de voz:

Cielo, ¿dónde estas? te estoy llamando hace días, (¡Mentira! eran sus primeras llamadas después de semanas) Quiero verte, pasemos el finde juntos, vente para casa. (Tonta, quiere que limpies, planches, ordenes…)Lo he dejado sabes, quiero volver contigo, ésta vez es de verdad, es la definitiva. (Significa que la primera vez lo hará todo él con mucha pasión e intentando satisfacerme y las otras veces me toca a mí, y ¡esmérate niña!) Llámame que necesito que hablemos, un beso. (Poca paciencia).
 
Resumiendo: La misma gilipollas de siempre: unos quiquis y limpieza general.

Por primera vez y aunque mis piernas temblasen, no respondí a ese hombre, es más no deseaba verle. Ya no le quería.

De repente, cómo si la comida estuviese envenenada, vomité todo lo que había ingerido en el váter. El malestar recorría mi cuerpo y mi alma, necesitaba salir de allí…

Abrí la puerta del aseo, yo era otra mujer y eso me enorgullecía, cuándo miré a Jóse decidida a volver a la mesa, una fuerza ajena a mí, no me dejó soltar palabra, desde lejos y con una mueca triste, me fui del restaurante y cogí un taxi.  

En quince minutos estaba abriendo la puerta de mi piso, le había pedido al taxista que me espere, busqué una mochila, elegí dos trapitos y…
 
―Al aeropuerto, por favor ―indiqué mi destino al taxista.

 Pues, la hazaña de hoy trata de ir al aeropuerto sin rumbo y coger el primer vuelo que salga.  

Confieso, que no cogí el primer vuelo porqué, aunque me apetecía el destino, Santo Domingo, no quería tirarme diez horas de culo sentado y además el lunes tenía que volver al curro.

Mi súper tarjeta me permitió un vuelo de ida y vuelta a Bucarest, que pagaré en interminables cuotas.
Y sí, un ida y vuelta de un día pal’ otro. Una larga noche en un hotelito, en la capital, con un ordenador dónde pude escribiros estas palabras, y un móvil que se queda sin batería por los miles de llamados y whatsapp que me han enviado mis hombres y mis taconeras.

Ommmmm… (meditando)

No creo que Jóse me perdone, me pasé un poco escapándome.
No creo que mi ex me espere, es un tío que no sabe estar solo, ya habrá llamado a su ex.
No creo que a mis taconeras les mole, he estado todo el finde desconectada. 
No creo que pueda éste mes llegar con todas las cuentas, entre pasaje, hotel, comidas y pañuelos (por la llorera), me he pasado tres pueblos.
 
En fin, esto va de hazañas y he cumplido, Bucarest es una preciosa ciudad, aunque yo no estaba en plan turista, y me metí a lo seguro en un italiano y me llevé al hotel una pizza.  
 
El lunes regresaré al trabajo y ya me enfrentaré a mis amores, a ver que me depara el destino... 
 
NOTA: Gracias Karol, por la preciosa ILUSTRACIÓN. Eres extraordinaria y talentosa, con la pluma y con los dibujos!!! ¡Oye! Eres admirable ¡¡¡qué orgullo cariño!!! ¡Es mi amiga, es mi amiga!!!¡¡¡Gracias, gracias me encanta y te quiero mucho princesa!!!




Mañana ya lo sabes, aquí con nosotras: las gemelas y su unicornio de la mano de Karol Scandiu!