Tanto tiempo escribiendo, tantísimas entradas y hasta ahora no caigo en la cuenta de que nunca os he hablado de mi obra. ¡Upps! Debe ser la edad que no perdona, o esta tendencia mía a saltar de tema en tema cual cabra monteña sin reflexionar apenas. Escribo por impulsos, ¿os lo había contado ya? Sólo me siento delante del ordenador cuando realmente tengo algo que decir, de ahí que las entradas en mi blog tengan menos regularidad que la menstruación de Lady Gaga. En fin, qué se le va a hacer, una no puede estar en todo.
Dediqué
muchos años a la abogacía, no en una rama cualquiera, no: en las 2 más
desagradables que posiblemente se ofertan. Criminalística y mediación familiar
en divorcios sangrientos. No creo que haga falta explicar las condiciones anímicas
en que llegaban los clientes al despacho. Si sufrir un problema que nos
conduzca al abogado de ordinario nos preocupa, qué decir cuando tú o alguien
cercano y querido está encausado penalmente o cuando atraviesas el crudo lodo
de una familia en pleno desmorone, con ilusiones rotas, niños que sufren,
venganzas en marcha y todo lo ya conocido.
Había
que salvar esas almas. Animar esos corazones. Subir esos ánimos. Forzarlos a
que creyeran de nuevo en sí mismos y recuperasen las ganas de luchar, porque
cuando se enfrentasen al interrogatorio del juez o del letrado contrario,
estarían solos, yo no podría responder por ellos. Y debían estar seguros de que
luchaban por algo justo, merecido, que todo lo malo que les acechaba no era
ningún castigo divino por lo mal que se portaron en 1998.
Surgió
mi labor de consejera. Algo que ya se venía cociendo desde mi más tierna
infancia, cuando en el colegio mayor tenía prácticamente montado un consultorio
sentimental y me colgaron en la puerta de la habitación un folio con fixo que
decía:
"Te
queremos, Elena Francis. Gracias por todo"
Por
cierto, jamás debí tirar ese cartel. Si llego a saber que con el tiempo tal
adjudicación se haría realidad... en "LA MOTA ROSA".
Cuando
por motivos graves de salud planeaba en mi cabeza abandonar la abogacía, antes
de haberlo ni mucho menos decidido, ya surgió la Psico-comedia. Debe ser que mi
yo "consejero" viéndose amenazado de desempleo buscó inmediatamente
salida por otros derroteros. El proceso de elaboración mental debió ser algo
parecido a esto:
Siglo XXI.
¿Nada nuevo bajo el sol? ¿Falta originalidad
en nuestro universo literario? ¿Todo lo que se publica es más de lo mismo?
¿Y si fuésemos capaces de descubrir un
género novedoso tanto en España como en el resto de Europa con el más amplio
espectro de ventas? ¿Algo que guste a adolescentes, jóvenes y ancianos, a
hombres y mujeres,sin distinción?
¿Será posible?
1ª) Eliminemos el formato
"manual", árido, repetitivo y aburrido y sustituyámoslo por el de
"novela", con su ritmo, su argumento, sus personajes y sus cosicas.
Nace la autoayuda novelada: el lector se
sumerge en la historia, las peripecias de los personajes y disfruta sin
percatarse del trasfondo psicológico y terapéutico de lo que lee.
2ª) Plásmela en clave de comedia.
De ese modo, incluso los que no capten o no
necesiten el mensaje psicológico de la obra, se llevarán consigo el innegable
bienestar de la risa.
Me convencí de que lograrlo sería posible y
tras varios intentos, nació la PSICO-COMEDIA.
En España, que como inventores no tenemos
parangón. Sin antecedentes en la literatura europea, para que rabien y se
chinchen. Completamente original y castizo. ¡Toma ya!
Y ahí estamos, en la brecha, juntando palabras
para que la colección crezca. Con 5 títulos publicados que tratan
respectivamente la reacción de tu entorno cuando decides ser tú misma (Un
féretro en el tocador de señoras), la caída de la autoestima con la edad y la
amistad verdadera (Cuarentañeras), la mitomanía o mentirosos compulsivos (Del
suelo al cielo), el maltrato psicológico
(Gato por liebre) y las personas que no saben decir "no" (Esto te lo
apaño yo.com). Llena de ilusión y de fuerzas que a veces me abandonan en busca
de aventuras y mejores tierras pero que siempre acaban regresando al redil.
Porque saben que las necesito, que esto es una tarea para la buena gente, que
los libros están curando corazones y sacando la risa de personas tristes en
momentos en que poco o nada nos lleva a sonreír. Que hay que ser agradecidos y
corresponder a las cartas y mensajes que recibo, plenas de agradecimiento y de
cariño.
Por todo eso, por vosotros y por mí misma...
¡Resistiréeeeee!
Nos os perdáis mañana miercoles "Galletas de la suerte" de Alicia Pérez Gil
Se agradece que..., pero no..., esto debe ir en primera del singular y segunda del ventricular.
ResponderEliminarTe agradezco compartas ese gran pedacito de tu yo interior, así no eres solo "la escritora" sino "la persona, en 3D". Vaya unas vivencias has tenido, duras pero vitales.
Vale, ahora saquemos la lengua protràctil de los anuros y preguntemos: Niña, tu escribes o has puesto una oenegé? :-)
Sigue asi..., y un día ya nos explicarás que significa "La mota rosa", que será porque es tarde y tal pero no lo he visto.
Querida ranita, siempre en un placer verte por aquí, ains.... cuanto vales ^^
ResponderEliminarPues creo que la incógnita de la "Mota rosa" quedará para la próxima semana, pero te aseguro que podremos aprender mucho de la experiencia que esta maravillosa escritora nos puede ofrecer.
Un besote mi cielooooo :D
Eso, eso, LA MOTA ROSA es la gran incógnita que se revelará la semana próxima. Atentas al martes, churris!!!!
ResponderEliminarPues hechas las presentaciones...que arranque esa moto..aunque sea rosa :P
ResponderEliminarLo mejor que tiene es que es Rosssssaaaa!!!!
EliminarUuuuuuuh la Roman y yo con estos pelos, esto se avisa. Lo de la Mota ea es lo de mandar dudas y consultas no?
ResponderEliminarYes it is, querida :)
EliminarBueno, Regina, no tenía ni idea de te habías dedicado al asunto criminal rozando la violencia de género y todos sus dramas adyacentes. Yo he tenido (y tengo) muchos amigos y conocidos entre los abogados criminalistas. He sido reportero de sucesos (de cuando el periodiso de sucesos era un género periódistico informativo y no la mierda que es ahora) durante 18 años a reportaje de muertos por semana, primero en las plantilas de El Caso y luego en la de la revista Interviú para terminar con una sección de crímenes sin resolver para un programa de la Campos en Telefive durante tres años. Mis amigos siempre me preguntan; ¿Y puedes dormir por las noches? Mi respuesta siempre ha sido que sí, absolutamente, que si algo ha influido en mi vida en haber sido testigo de dramas inexplicables de forma contínua, ha sido en hacerme ver (la vida), de un modo optimista exagerado. Creo que algo así te ha ocurrido a tí por lo que te he leido en este post. ¡Felicidades!
ResponderEliminarUn besote desde la isla de Naxos!
Pedro Avilés
Saludos, Pedro, hasta ese enclave maravilloso en el que vives. Qué fantástico verte por aquí!!!! Espero que sigas porque esto recién comienza...
EliminarPor aquí estaré. Me encantan las chicas con un par.
EliminarQue ganas de ver lo que os traéis entre manos, miedito me dáis!!!!
ResponderEliminarCreo que te va a encantar, Elena :)))
EliminarPor ventura, (que no aventura) llegas en el mejor momento, Regina, con tantas amarguras, hostias, y crisis en vinagre, de puro ácido. Tu simpatía, sana, inocentona y con mucha, mucha dulzura. Los aquí presentes nos embadurnamos de tu ternura y nos sacas la sonrisa sin más premura. ¡Felicidades! (por decidir y cambiarte de tan horripilante trabajo)
ResponderEliminarGracias, amores :) Es gratifiante ver que las personas de carne, hueso y alma (mucha alma) no están tan de acuerdo con los críticos literarios que casi "desprecian" lo escrito en clave de comedia y te roban las ganas de seguir por ese camino. Lo dramático da caché... ¿Y qué más? ¿Cuántos dolores de cabeza? ¿Cuántos problemas sin resolver? Por experiencia os digo, que reírse de sí mismo es la terapia más efectiva para encarar la vida. Palabrita del niño Jesús.
ResponderEliminarAbrazos :)
La clásica dualidad Literatura/Entretenimiento, viene de muy atrás en el tiempo y me temo va a perdurar todavía unos lustros. Pero lo de "ande yo caliente..." también sigue en vigor.
EliminarElla lo explica todo de una manera tan natural que casi parece sencillo hacer lo que hace. Pero no lo es. El de Regina y sus psicocomedias es un trabajo magnífico. Gracias por compartir tanto de ti. ¡¡Adelante!!
ResponderEliminarMi Reina, mi Regina!!! Qué placer ser compañera de viaje de personas a las cuales admiras, pioneras si las hay, he aquí Regina! Te quiero y me encanta como escribes. Un abrazo
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGracias, tesoro mío, tú lo sabes bien, lo desagradecido que es esto de la comedia con mensaje. Pero... a testarudos no hay quien nos gane. Cuando todo se caiga aquí seguiremos nosotros!!!
EliminarUn besote, Miguel
Esa mota la quiero dentro de mi cabeza, como un plus, que seguro la necesitaré a diario (a "minutario", pero esa palabra no es precisamente la que quiero...^^):D
ResponderEliminarFabulosa como siempre, Regina. Vales, oro y lo demás, lo sabes.
A cada segundo yo más ñoña y emocionada de estar aquí, olé, olé y olé :D
Besossssss
Mmmmm a ver de qué será la mota.. aunque me hago una ligera idea por algo que has dicho en el texto.. pero por si acaso meto la pata me callo y no desvelo nada jajaja
ResponderEliminarA esperar toca!
Lectura de autoayuda con humor y argumento!!! molaaa!!! seguro que me vendrá muy bien!! a ver si por fin algo funciona en mi cabeza!
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