sábado, 18 de agosto de 2012

Vaya par de gemelas. De bajas médicas, unicornios y cafés, va la cosa...


De bajas médicas, unicornios y cafés, va la cosa...


—Lo digo enserio, en ocasiones pienso seriamente que nos han cambiado en la maternidad. Lo tuyo no es normal, morena.
—Tienes razón, nos han cambiado. Yo tengo opinión propia mientras que tú viajas con la corriente, ahí, dale que te pego en el mismo rumbo que los demás... eso sí que no es normal.
—Yo no voy en ninguna corriente ni nada de eso; el que me guste lo mismo que a la mayoría no hace que mi opinión valga menos que la tuya...
—Bueno, que se me pone en plan ofendida a estas horas. Perdona, rubia mía, no quería herir tus sentimientos. Sabes que te quiero.
—¿Qué has dicho?
—Que... “perdona si te llamo amor”...
—Qué graciosa eres, ahí te quedas...
—Venga, va, en serio, lo siento. No me dejes aquí sola, anda...
—La rara eres tú, una mujer a la que no le gusta el romance y las historias de amor, cuentos de hadas modernos hechos para enamorar el corazón y el alma... solo sangre, y muertos, y muerte, y cementerios de animales y... ahí tienes el resultado: al final acabarás como uno de ellos.
—Hostias, es más grave de lo que pensaba. Lo siento, rubia, pero creo que lo tuyo no tiene cura. Y te lo dice la que está en una camilla de hospital.
—Yo paso de hablar contigo hoy. Estás más cabrona de lo habitual, y eso es decir mucho de alguien que se pasa las veinte horas que está despierta siendo una mala pécora hasta con los huerfanitos de la calle. No sé si será toda la medicina que te han metido, pero te superas a ti misma.
—No, si al final sí va a resultar que te he ofendido de verdad. Hasta con comparaciones rebuscadas me atacas. Y que conste que aunque me hubiesen aplicado el doble de analgésico, seguiría teniendo el suficiente sentido común como para no ser fan de un tipo que escribe historias de amor para niñas aburridas con príncipes azules más desteñidos que pantalón de los ochenta. Joder, qué colocón tengo. Recuérdame preguntar que lleva eso que me han enchufado. Camarero, que sean dos para llevar.
—El que no me guste el dichoso King este del que tanto halabas, no hace que mi gustos sean malos... y deja ya la vía, tía, que la enfermera te la ha puesto dos veces, al final acabarás como un colador. Es que eres peor que un niño pequeño cuando te pones mala, más mala de lo habitual, digo.
—Oh, no... no, no, no, y no. Puedes atacarme como quieras, pero a mister King, ¡ni tocarlo! Ahí tendremos un problema. Obviaré lo que dijiste después, más que nada, porque dejé de escucharte tras lo de “acabarás como un colador” por culpa del unicornio ese que se sentó a tu lado, así que perdí el hilo de tus pensamientos. Pero a lo que importa: a mi King, ¡ni tocarlo!
—¿Unicornio? Creo que voy a llamar al médico. Lo que sea que te hayan puesto, en lugar de curarte el riñón te está jorobando del todo las pocas neuronas que te quedan intactas tras tanta casquería que te has leído en tu vida.
—¿Casquería? Oh, rubia, rubia... te estás metiendo en terreno pantanoso, no lo hagas... podrías hundirte...
—No te me pongas filósofa en tu estado, morena. Quizás si leyeras algo más lleno de colores de vez en cuando, no serías tan amargada y apreciarías la belleza de las pequeñas cosas.
—Otra vez me perdí nada más oír no sé qué lleno de colores... dile al unicornio que se calle, que así no hay quien te ponga atención...
—Stephen King está flipao.
—Tienes ganas hoy, heim...
—¿Ves cómo sí me oyes? Y no me apuntes con el dedo ese con esa cosa ahí pegada y parpadeando, no me das miedo. Puedo correr, tú no.
—Ya veo que hasta que no lo hagamos no pararás, ¿verdad?
—Los compromisos son los compromisos, morena. ¿No te has leído la letra pequeña? Te la cito textualmente: Con o sin tacones. Hasta que la muerte te impida hacerlo.
http://kaidensuchan.deviantart.com/art/Nurse-Twins-Sketch-195440901
—Sí, llama al médico. Tú sí que estás flipada.
—Morena...
—Rubia...
—Jean...
—Cleo...
—Tú...
—Yo...
—Para...
—Sigo...
—Nena...
—Dime...
—No...
—¡Nemo!
—¡Ah, me desesperas! Desesperación la que me das tú a mí, la novela esa del King de las narices no tiene nada de desesperado en comparación contigo.
—Espera... que me ha entrado flato...
—Eso, ríete todo lo que quieras. Cuando venga el doctor y te mande a casa porque te vea así de contenta, te quejarás a mamá por skype de tus dolores, pero a mí ni me busques.
—Lo siento, rubia, de verdad... ¿qué has dicho de... Oh, no habrás sido capaz de hacerlo...
—¿Que qué dije de la novela esa? Pues eso, te lo resumo: Desesperación es una historia sin pies ni cabeza, pasando por una mina de chinos, a no sé que de marihuana en un paquetito, con más sangre y casquería que la primera versión del “Amanecer de los muertos vivientes”, con un niño petardo con poderes del más allá, y por supuesto, el culmen de la originalidad en las novelas de Stephen King: el protagonista es un escritor fracasado. ¡Eso sí es original, hombre!
—Creo que ya no quiero la medicina esa que me están poniendo. Llama a la enfermera, rubia, que me quite eso. Tengo alucinaciones, acabo de oír como hablas mal de un libro con los argumentos más ingeniosos y sarcásticamente dulces que he oído nunca. Si no fuera porque has firmado tu sentencia de muerte al hacerlo utilizando como blanco al intocable sobre los intocables, estaría muy orgullosa de ti ahora mismo. Mi niña ha crecido, qué momento tan hermoso.
—Yo también sé ser mala, morena, la diferencia entre tú y yo, es que yo pienso antes de hablar. Te falta un filtro entre el cerebro y la lengua, te puedo prestar un par si quieres...
—En serio, quitarme la medicación esa. Juraría que veo una versión rubia de mí misma...
—Bueno, me voy a por un café, ahora vuelvo, no te vayas a parte alguna, heim...
—Estás que te sales hoy, rubia. Si no estuviera medio grogui te daba un beso y todo por la emoción.
—Ten cuidado, he oído que hay payasos por el hospital, uno de ellos podría ser tu amigo este del pelo rojo y los “baloons” que tanto te gusta...
—Te delatas a ti misma, nena. Si te conoces todas las novelas de Stephen King, deja de hacerte la romanticona y confiesa: te pone el miedo en su justa medida.
—A mí me ponen los finales felices, no te equivoques.
—A ver, escucha: Kiiiiiing... ¿lo sientes? Es cómo oír: Máááááás. En cambio, si te digo: Moooooooccia, ¿qué es lo primero que te viene a la mente? ¡Starbucks! No hay color.
—Voy a por el café, y no se te ocurra decir lo que estás pensando, y de paso les envío un email a nuestra jefas, que hoy no estás en condiciones de hacer críticas literarias ni leches. Bueno, nunca lo has estado, pero hoy...
—Diles que no se preocupen, en cuanto que me traigan la cuenta, pago, me subo al unicornio, y nos ponemos con la crítica del día. Estoy deseando hablar de como ha podido un escritor italiano con apellido de cafeína enamorar a millares de lectores con una historia sobre una muchacha medio tonta que se enamorada del pibe más gilipollas del planeta y que además es un maltratador en potencia. A tres metros sobre el cielo estaba el café con espuma este cuando se le ocurrió escribir una historia de amor basada en dos adolescentes hormonados y que se perdonan de todo porque “se aman incondicionalmente”, espero que se hayan visto las colmillas. Hasta Crepúsculo es más creíble.
—Me voy antes de que te degolle con la cuerda esa para llamar a las enfermeras. Y recuérdame que la próxima vez que te pongas mala, te cuide el unicornio ese que tienes a tu lado.
—¿Tú también lo ves? Lo sabía, si al final somos hermanas y todo...
—Sí, morena, cierra lo ojos y la boca un ratito anda, me voy a suicidar con un café de máquina y ahora vuelvo. Lo que no hace una por las hermanas...
—¡Te he oído!
—Y yo a ti, toda la noche. Estamos en paz.
—¡Sé que me quieres! Y tráeme un moccia cargadito de azúcar, por favor...
—Tú sigue así, cosechando amigos y fans. Si es que...


                                           El lunes seguiremos con "From my blonde mind" de So Blonde 

                                                                                           ***

12 comentarios:

  1. Las autoridades sanitarias advierten que es peligroso escribir bajo los efectos de esta medicación.

    Se han descrito varios efectos secundarios, como desdoblamiento de personalidad, alucinaciones en modo de unicornios, y en casos más graves, ir a un Burriking y pedir un cafe moccia.

    Aupa, rubia karolingia!

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  2. Las gemeleas se salen, con unicornio, sin café, con coca cola o con agua, como sea, y la espera siempre vale la pena.
    Muy bueno, como siempre, un beso y King es DIOS(despues de Odín, claro) xd

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  3. Esas son unas gemelas super divertidas!!! Ni siquiera se como se bancan!!! Jajaja... No he parado de reirme.... Si que estaba delirante la Morenita... Mira que ver unicornios... Y que criticas mas acidas... me encantan!!! Sigue asi Karol

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  4. Si es que me parto y me mondo jejejejej, que buena eres jodía!!! Jejjeejej
    Hay que ver que genio tiene la morena y que paciencia posee la rubia...¿o era al revés? JAjajaj Genial sencillamente y oye, que sin querer (o queriendo) hoy hay crítica doble, peli romanticona y delirante hasta decir basta y el increible e inigualable King, Bravo!!!!
    Un besote mi diosa y espero que ya se encuentre bien la súper morenaza, que no me gusta verla decaida por nada ^^ Te quiero mi Karolita!!

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  5. Aunque estén malitas... las gemelas rompen. Es curioso lo del efecto Moccia, no soporto sus libros pero las pelis me gustan... más o menos. Qué suerte tiene, oye, cómo conseguir un producto derivado de otro, que a la vez, entre sí, no tienen nada en común... no sé si me explico o dada la hora, se me ha hecho la picha un lío. En fin. Moccia no me enloquece pero le reconozco los méritos.

    Un besote, hermosas!!

    Regina Roman

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  6. La realidad y la ficción son cosas muy raras :)

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  7. Mis gemelas han vuelto y se han marcado dos reseñas en una!!! Sois la caña y mi Karol malita pero acompañada siempre, eso es lo que tiene ser mitad mágica y mitad humana!!! Besos mi amor!!! Excelente, divertida y revancha de la rubia, lo tiene to'!!!

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  8. Vaya caña que se dan las niñas...y que vértigo, resulta difícil seguirlas...aunque si es con una sonrisa, se hace mejor. Grande

    Un saludo :)

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  9. Perdón por estar perdida mis amores, que ando desconectada, cosas del veranillo sor ;) besos y como siempre me encanta Karol.

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  10. Reconozco que lo tuve que leer dos veces jajaja pero menudo diálogo, casi estilo inglés histriónico.. vaya par de gemelas ;)
    No se si quedarme con King o Moccia, pero seguro que uno vuestro tiene de los dos jajajaja
    besos

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  11. genial Karol, todas geniales, semana especial!!!!!!!!!

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  12. Si es que sois los mejoress!!

    Gracias por los comments, que con eso de ponerme malita no pude venir antes a agradecer como de costumbre uno a uno, pero sabéis que estoy aquí y que cada comentario me llena de alegría, ¡más que eso!

    Gracias de corazónn:D

    Besoss

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