lunes, 27 de agosto de 2012

Vaya par de gemelas. De nuevas amigas, celos y planetas, va la cosa...


De nuevas amigas, celos y planetas, va la cosa...


Anda, ven tú también, si nos lo pasaremos en grande, ya verás…
Claro que sí, ahora que si puedo ir… ¿Quién estuvo contigo en el hospital? ¿Quién te cuidó y te aguantó tus viajes mentales y el unicornio de las narices? No me suena haber visto ninguna rubia por allí… ah, sí que la había… ¡yo! No ella.
Rubia, no te me pongas así, sabes que eres única…
Sí, sí, única, pero te llama esa y te pregunta “si te parece quedar para hablar de la columna de la semana que viene” y hasta saltitos con el teléfono en la mano dabas. Y a tomar por saco nuestros planes… vete ya con la rubia esa de bote, que yo me las puedo arreglar solita con Bruce Willis. No te necesito.
Joer, nena, ya te lo he dicho, me llamó a mí porque tiene mi número no el tuyo, que si no, seguro te hubiese llamado a ti antes…
No te me pongas en plan condescendiente, no te pega, morena. Haz uso del cabronismo de fábrica y deja sola a tu amiga, hermana, gemela… ¡sangre de tu sangre!
Cloe, nena, ¿tantos celos tienes? Ya sabes que lo que nos une no separa ni el tiempo… en ocasiones molestas, pero yo no sabría vivir sin ti…
Sí, tú sigue arreglando… ahí te dejo…
Cloe… ¡rubia, abre la puerta!
¡Vete! Y dile a la rubia esa que se ponga ella a hacer críticas contigo, a depilarte, a aguantarte el mal humor, ah, y por supuesto, ¡a cuidarte cuando te pongas mala, que al hospital te lleva ella! Eso si ve la carretera mientras conduce detrás de tanto pelo teñido tapándole la cara…
La que se ha liado en dos minutos… nunca te pusiste así, nena, sabes que mi unicornio es tuyo, y te prometo que, pase lo que pase en la cita, la rubia por excelencia eres tú. Eres mi mitad, mi apéndice, no te cambiaría ni por diez rubias, por muy potentes, listas, o cabronamente compatibles que fueran conmigo.
Dijiste lo mismo cuando conociste a la rubia aquella que es escritora… no creas que no sé que hablas con ella durante horas en el skype. Te escucho reír, que lo sepas.
Anda, abre la puerta, Cloe. Ni mil amigas sustituirían a mi hermana, lo sabes.
Pero eso te costará caro.
Dame un abrazo… y dime cuántas horas de rayos uva elogiando a Edward Cullen me va a costar.
Na, na, na… será mucho, pero mucho peor que eso. Nos tomaremos una tarde de chicas, tú y yo: compras, sección de pedicura, maquillaje…
Pues tampoco es que sea tan horrible, tendré que aguantarte pero…
Que te lo has creído tú, no he terminado todavía; luego iremos al museo, haremos la visita guiada, y… nada de caras, mírame… y luego ¡al planetario!
¡Amo a los Cullen! Enserio, mírame, los amo…
Ni lo intentes, Jean; tú quieres irte de cita con tu “nueva mega power amiga ergo jefa” mientras me como “nuestro” domingo a lo Jungla de Cristal yo solita, pues éso, hay que pagarlo…
Más le vale a la rubia esa que sea tan cañera como lo parece...

***

—¡Muéstrate!
—A lo mejor no habla español...
¡Chou diour selfi!
—¿Qué cojones has dicho?
—Es inglés, morena, no lo entenderías. Chou diour selfi... ¡modar focar!
—Joder... ¿dónde estudiaste inglés? ¿Compraste un cursillo made in Taiwan?
—Cállate, ¿quieres? ¿Es que acaso tienes una idea mejor?
—Sí, sí que la tengo: no haber venido. ¿Te gusta mi idea?
—Sí, ahora todo es mi culpa. Culpemos a la rubia, ella siempre tiene la culpa.
—No te hagas la víctima, nena. Siempre haces lo mismo. Cómo aquella vez que me convenciste a ir al show de aquella estúpida banda New Age y nos quedamos tiradas en medio de un polígono industrial, porque, claro, no podíamos haber ido en coche, teníamos que ir con los demás tarados en el autobús que olía a pies y marihuana.
—¿Sabes qué, morena? Te quejas y te quejas, pero si no fuera por mí, no saldrías de casa nunca. Y además, me lo debías, un trato es un trato.
—Oh, claro. Qué mejor que estar encerradas en el maldito planetario un sábado por la noche cuando podía estar viendo una película o en mi sofá tirada.
—Sí, o con tus amigas las rubias escritoras... o sentada delante del ordenador buscando blogs de tíos en pelotas en Google. ¡Todo un planazo!
—Yo al menos...
Shus... ¿Has oído eso?
—No he oído nada, ¡quita! Lo único que he sentido ha sido la mezcla de ganchitos, gominolas y algo sospechosamente avinagrado en tu mano. ¿Es que no te lavas o qué?
—Son patatas a la campera. Y sí, me lavo las manos, pero sabes que en los baños públicos por mucho que te laves el solo hecho de cerrar el grifo te contamina más que...
¡Shus! Sí... ahora sí lo he oído.
—No, ahora que lo has oído tú sí que nos tenemos que callar...
—Espera un momento, rubia. No hables. Escucha... viene de allí...
—Me estás asustando ya... por favor, vámonos de una vez. Seguro que podemos explicarlo todo, no será para tanto...
—Excelente idea, rubia. Solo tenemos que cruzar el hall, pasar por todas las alarmas láser como si fuéramos aquí ninjas, llegar a la recepción y explicarle a los de seguridad que nos hemos quedado encerradas porque nos quedamos dormidas mientras explicaban que Plutón ya no es planeta. Fácil, sencillo, y para toda la familia.
—¿Por qué eres siempre tan negativa? “Haremos lo que tú quieras”, ¿recuerdas? Ese era el trato.
—El trato, rubia, era que si dejabas de llorar porque tenía una reunión de negocios, iría contigo a tu paseo de mormones, no que acabaríamos en la cárcel.
—Es lo que tiene traicionar a tu propia hermana...
—Venga,vamos ya de una vez... si acabamos en la cárcel siempre podemos llamar a nuestra jefa la rubia, tiene muchos contactos...
—Seguro que sí, contactos a tope...
—¿Sigues con la peluza? Ya te lo he dicho, rubia, cómo tú, ninguna...
—No me hagas la pelota, morena, cuando estemos en casa y hayas desinstalado el skype, hablaremos de que soy la única hermana rubia que tienes...
—Menos mal que somos solo las dos de hermanas....
—¿Menos mal para ti o para mí?
—Empiezo a pensar que para la humanidad, rubia. Para la humanidad...
—Y todavía no han empezado tus problemas, ya verás cuando tu amiguísima vea que no has escrito una reseña literaria ni leches...
—Te recuerdo que las dos trabajamos para ella..
—Ya, pero a ti te importa, a mí no...
—Empiezas a asustarme, rubia.
—Lo malo se pega... culpa tuya, morena...
—Tengo que leer más, la vida en el mundo exterior no está hecha para mí...


10 comentarios:

  1. Madreeeeeeeeeee jajaja como para estar delante en una de esas jajjaa ¡vivan los hermanos! :P

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los hermanos son lo mejor del mundo, sangre de tu sangre, y los único que perdonarán de todo... ya lo decía el dicho... jajajaj:D

      Graciaass^^ Ilusión tenerte por aquí con las gemelas:D

      Eliminar
  2. ¿¿¿ Estáis de fiesta??? ¿¿¿Dónde??? Mándame un whatsapp Jefita, que Karol me da miedo con esas hermanas "matemos a las rubias"...

    Chicas, que se nota, ¿¿¿hablar de la entrada??? Si lo único que hacemos es...

    Besos mis reinas, me pongo los tacones y acudo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jope, yo sin internet, sin ordenador... y sin contestar pero no es culpa mía...:D

      Connieeee, tú sí que eres la caña, mi chicaa^^

      gracias, lindaaaa :D

      Eliminar
  3. Tol finde desesperau..., entrando en los ciber..., yendome sin pagar porque "no teneis actualizada la internete y teneis paginas antiguas", y al final es que las gemelas os habiais quedao encerradas en el planetario con un tal Cullen, comiendo gominolas y criticando rubias? Estais las dos pal frenopatico en habitaciones separadas, y otra mas pal unicornio. Seguid asi que esta serie promete...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buah, no lo sabes tú bien, rana, no lo sabes tú bien... estas están mucho peor de lo que aparentan... jajaja:D

      gracias, rey, que tú sí que prometes :D

      besosss

      Eliminar
  4. Pasamos de una pobre mujer en el hospital, a verla que queda con otra rubia que no es su gemela (no me extraña que se ponga celosa, yo lo haría) Y ahora me las dejas atrapadas como sardinas!!!!! Jajjajaja, me apasionan estas dos mujeres que al parecer no son tan diferentes la una de la otra ^^ Nenaaaaaaaaaaaaaaaaa, que te quierooooooooooooooo :DDD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nenaaaaaaaaaaaaaaaa.... Rubiaaaaaaaaaa.... Tú, culpable de skype te acuso... :D

      Gracias, reina mía, tú sí que eres la mejoorr:D

      Eliminar
  5. Me encanta tu forma de crear diálogos, tengo mucho que aprender de ti, contigo. ;)

    Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Carlos^^

      Los diálogos son lo mejor, el juego de hablar, dicen, mental o hablado, pero el juego ^^

      Besosss:D

      Eliminar