— ¿Qué se supone que haces? — Le
dijo la rubia a la morena.
— No sé, pero están muy nerviosas
y no me decido dónde ponerlas.
— Creo que lo mejor será hablar
con el supervisor, tomar decisiones así y equivocarnos, es lo que te deja sin
trabajo luego. Es preferible molestarlo en su hora de almuerzo.
— Pues si quieres preguntarle,
tendrás que ser tú la que lo haga, la última vez que fui yo casi me estampa un
trozo de beicon en la cara— contestó la rubia mientras tapaba el cuerpecito de
la pequeña de rizos negros.
— Ya decía yo que me tocaría la
sesión de miradas asesinas.
La mujer morena de metro sesenta
se acercó al hombre canoso y de malas pulgas que consumía un plato precocinado
en la cafetería del hospital. Al llegar a su mesa carraspeó para que el hombre
se volviera hacia ella.
— Doctor, nos hemos quedado sin
sitio y no sabemos qué hacer para limpiar todas las cestas sin molestar a los…
— Ese es el problema, pues
ponedlos a todos en una misma canasta y punto, no creo que sea tan difícil— contestó
enfadado con el bocado aún en la boca—, y ¿se puede saber por qué tenéis que
limpiarlas todas al tiempo?
— Una de las pacientes ha venido
infectada de piojos y ha plagado el quirófano de ellos, además de la cesta de
su criatura. Creemos que lo más conveniente es desinfectar toda la sala.
La enfermera espero una nueva
contestación que no llegó, y disculpándose por la interrupción se dirigió hacia
las incubadoras de nuevo.
Al llegar avisó a su compañera de
turno y entre las dos cambiaron a los seis bebés que ocupaban las cunas, el séptimo,
el bebé que había producido el problema de parásitos, fue trasladado a otra
habitación para su limpieza y tratamiento.
Allí, en una incubadora extra
grande, descansaban seis preciosas niñas, cuatro rubias y dos morenas, que se
daban pequeñas pataditas las unas a las otras a modo de juego, mientras
esbozaban las primeras sonrisas de sus vidas. Lo único que les faltaba para ser
reconocidas, eran los tacones que les acompañarían el resto de su vida.
(La foto se ve claramente que no tiene fotochoped, por fin nos hemos podido reunir todas para tal evento ^_^)
Quien es el séptimo bebé? Eh? Eh?
ResponderEliminarPues uno (al que por desgracia) le he puesto de piojosillo jajajja
EliminarUn besote mi Gus!!!!!!!!!!!!!!!!
¿Pero se expanden los piojos o acaban con ellos? jajaja Sabes que, en cuanto puedo, te leo.
ResponderEliminarUn beso, Irene,
Abel