jueves, 30 de mayo de 2013

Encuentro en tacones. Respuestas que deberíamos tener en cuenta.




— Mira que tienes preguntas estúpidas, pero esta se lleva la palma, no sé cómo te aguantamos, ¡rubia de las narices! — Dijo cabreada Karol mientras ojeaba una revista de arte.
— No solo es una pregunta, es ¡la pregunta! Vosotras no sabéis lo que significa y la importancia que tiene saber la respuesta, y si lo pensáis un momento seguro que os decidíais, pero el problema llega cuando te la hacen y no tienes tiempo de pensar la respuesta, y luego puedes arrepentirte el resto de tu vida de la decisión apresurada que hayas tomado— contestó Irene afilando uno de los cuchillos de la cocina para usarlo después con la carne que echaría a la olla.
— Miradla, en serio se piensa que es tan importante y trascendental la puta pregunta, esta chica cada día está más grillada— siguió So refiriéndose a Irene.
— Es importante, creedme.
— Yo lo que digo es que no es una pregunta que se le tenga que hacer a las mujeres, eso hay que preguntárselo a los hombres, aunque tampoco veo con qué motivo, la verdad— dijo Alicia mirando por la ventana y desnudando con los ojos al vecino de enfrente.
— Yo ya lo he decidido, mi respuesta es: tetas— contestó Regina, dejando al resto de amigas con la boca abierta—. No me miréis así, si hay que contestar, contesto.
— No vale, tienes que especificar el porqué de tu respuesta— dijo Irene ahora más animada al ver que una de ellas le hacía caso.
— ¡Encuesta, encuesta! Yo también quiero, me encantan las encuestas, ¿qué hay qué contestar? — Preguntó Connie al entrar al salón.
— No es una encuesta, es una sola pregunta y ni siquiera tiene sentido, así que no te emociones rubia— dijo So mientras se acercaba a la ventana por petición de Alicia.
— Connie, la pregunta es la siguiente: ¿Qué prefieres, culo o tetas? — Dijo Irene con una sonrisa en los labios.
— Ah, pues sí que es una pregunta rara, pero yo prefiero culo, por supuesto— contestó Connie mientras se le arrugaba la frente al concentrarse.
— Y ahora me tienes que decir porqué elegiste culo.
— Pero ¿en serio le estáis siguiendo el juego? — Dijo Karol acercándose a So y Alicia.
— Pues sí que está bueno, sí— habló So.
— Ya te digo y además con algo dentro de la cabeza y los pantalones, espiritual…— siguió Alicia.
— Claro, es mejor estar mirando al tipo de enfrente que hacerme caso y contestar una pregunta sin importancia— se cabreó Irene con sus tres amigas asomadas hasta la cintura por la ventana.
— Pues yo creo que las tetas son más llamativas, supongo que por eso he respondido tetas, además el culo pasa desapercibido muchas veces, más si estás sentada, pero las tetas…— dijo Regina en esos momentos.
— Yo creo que no, un buen culo, es un buen culo, sujetadores que te pongan las tetas grandes y en su sitio hay miles, pero si tienes el culo fofo no lo soluciona ni una escapada al monte más alto y empinado— le debatió Connie.
— Pero es que esa no es la mentalidad, va mucho más allá de lo que pensáis, es mucho más profundo el razonamiento— dijo Irene, concentrada de nuevo en su juego.
— Menudos músculos tiene el pobrecito, ¿seguro que no es de esos que se miran más al espejo que a la chica que tienen en frente? — Preguntó Karol mientras babeaba por el vecinito.
— Las tetas son las tetas nena, si las tienes igual que dos higos chunbos no hay sujetador que solucione eso— dijo Regina tocándose las suyas con ambas manos.
— Eso es porque no conocéis los pantalones colombianos, ahora vienen también con Push-up para realzar las nalgas, así que con ambas cosas se engaña al personal— dijo So sin mirar dentro de la habitación.
— ¿Pero se puede saber de qué coño estáis hablando? Que la pregunta no iba por ahí, si es que hay que contároslo todo, ains…— suspiró Irene frustrada.
— Y dices que solo tiene veintiocho añitos, vaya, pues parece mayor, no mayor de viejo, si no más maduro, tú me entiendes— siguió Karol a lo suyo.
— Espera que os traigo uno de los pantalones que me compré el otro día, creo que es de esos que habla So, porque me sienta como un guante— Connie salió hacia su dormitorio como un rayo.
— Sí, lo cierto es que es muy formal y elegante, con esos jerseys de cuello alto y los pantalones de vestir, pero si se tiene que poner en plan fiera… vamos que no duda en hacerte el helicóptero él solito— aclaró Alicia.

— Os lo explicaré de una manera más sencilla—cortó Irene la conversación de sus amigas—, imaginad que hay que elegir qué órganos o partes de vuestro cuerpo donar, o que os rapta un degenerado y os dice que vais ha cortar un trozo de vuestr carne, al más puro estilo del Mercader de Venecia, quizás os propongan acostaros con otra tía y ella os da a elegir qué meteros primero en la boca, o puede que sea un hombre el que quiera jugar con vuestro cuerpo y la regla del juego diga que solo lo puede hacer con una sola parte de vuestra anatomía; ahora pensad que sois hombres, y vuestras parejas/mujeres/amantes os dicen que podéis entreteneros lo que quieras con ellas, pero solo con un rinconcito, dándoos a elegir los pechos o el culo. Total, que saber qué parte es la más importante, la que más os gusta, la que más os excita, os duele, os preocupa, o lo que sea, es algo primordial, así que pensad bien la respuesta porque en cualquier de esas hipotéticas/ficticias/probablemente imposibles situaciones, tendréis que saber muy bien lo que escoger, culo o tetas.
Las cinco amigas de Irene se quedaron paralizadas, con la boca y los ojos muy abiertos, contemplando a la rubia con preocupación y sorpresa. Definitivamente había perdido la cabeza por completo.
En esos momentos el timbre de la puerta sonó y al ver Irene que sus amigas estaban en estado de shock, fue ella hasta la entrada. Un hombre alto, musculoso y moreno la miraba de arriba abajo, reparando en el cuchillo que la rubia tenía en la mano.
— Hola, guapetón, si quieres entrar deberás escoger entre culo o tetas. ¿Qué me cuentas, nene?
El chico tartamudeó unos segundos y dijo con palabras entrecortadas:
— Yoyo… soso lo… veve nía… a bubus car… a Alicia.
— Pues o te decides por las tetas o el culo, o aquí no entras, preciosidad.











Quería aprovechar este espacio para dejar una pequeña información personal, por si a alguien le interesa :D
Este próximo lunes día 3 de junio, estaré firmando mi libro “Sé que estás ahí” en la Feria del libro de Madrid, en la caseta número 118 de la Librería Marabunta, de 18.00 a 19.00 horas, para los que quieran pasar a verme un ratito.

Muchas gracias amores y feliz semana!!!











   Y mañana y mucho mejor, tenemos a nuestra rubia loca, nuestra taconera más dulce, la escritora más talentosa y la mujer más maravillosa que os podéis encontrar: Connie y sus consejos de qué hacer antes de los 30!!!!


3 comentarios:

  1. Zumbá no..., lo siguiente tampoco..., lo plus ultra se acerca pero se queda corto..., tas como una regadera XD

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  2. La cuestión que planteas, se acerca a una duda existencial que el hombre se plantea desde que es hombre... y yo, a mis taytantos años, aún no he alcanzado respuesta alguna. Espero que algún día pueda resolverla... y te lo cuento.
    Besos.

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  3. Lo bueno de ser hombre es que con mi única neurona activa no puedo plantearme disyuntivas, así que ... como todo, una cosa detrás de otra :P

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