jueves, 9 de mayo de 2013

Encuentro en tacones. Cómo conocí a vuestra madre...


— ¿Qué se supone que haces? — Le dijo la rubia a la morena.
— No sé, pero están muy nerviosas y no me decido dónde ponerlas.
— Creo que lo mejor será hablar con el supervisor, tomar decisiones así y equivocarnos, es lo que te deja sin trabajo luego. Es preferible molestarlo en su hora de almuerzo.
— Pues si quieres preguntarle, tendrás que ser tú la que lo haga, la última vez que fui yo casi me estampa un trozo de beicon en la cara— contestó la rubia mientras tapaba el cuerpecito de la pequeña de rizos negros.
— Ya decía yo que me tocaría la sesión de miradas asesinas.
La mujer morena de metro sesenta se acercó al hombre canoso y de malas pulgas que consumía un plato precocinado en la cafetería del hospital. Al llegar a su mesa carraspeó para que el hombre se volviera hacia ella.
— Doctor, nos hemos quedado sin sitio y no sabemos qué hacer para limpiar todas las cestas sin molestar a los…
— Ese es el problema, pues ponedlos a todos en una misma canasta y punto, no creo que sea tan difícil— contestó enfadado con el bocado aún en la boca—, y ¿se puede saber por qué tenéis que limpiarlas todas al tiempo?
— Una de las pacientes ha venido infectada de piojos y ha plagado el quirófano de ellos, además de la cesta de su criatura. Creemos que lo más conveniente es desinfectar toda la sala.
La enfermera espero una nueva contestación que no llegó, y disculpándose por la interrupción se dirigió hacia las incubadoras de nuevo.


Al llegar avisó a su compañera de turno y entre las dos cambiaron a los seis bebés que ocupaban las cunas, el séptimo, el bebé que había producido el problema de parásitos, fue trasladado a otra habitación para su limpieza y tratamiento.
Allí, en una incubadora extra grande, descansaban seis preciosas niñas, cuatro rubias y dos morenas, que se daban pequeñas pataditas las unas a las otras a modo de juego, mientras esbozaban las primeras sonrisas de sus vidas. Lo único que les faltaba para ser reconocidas, eran los tacones que les acompañarían el resto de su vida. 



(La foto se ve claramente que no tiene fotochoped, por fin nos hemos podido reunir todas para tal evento ^_^)






Y mañana como cada viernes, tenemos a nuestra preciosa Connie, con sus entradas llenas de vitalidad y risas, que siempre nos vienen genial :D

3 comentarios:

  1. Quien es el séptimo bebé? Eh? Eh?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues uno (al que por desgracia) le he puesto de piojosillo jajajja
      Un besote mi Gus!!!!!!!!!!!!!!!!

      Eliminar
  2. ¿Pero se expanden los piojos o acaban con ellos? jajaja Sabes que, en cuanto puedo, te leo.

    Un beso, Irene,

    Abel

    ResponderEliminar