Nuevo martes, nueva entrega de “La mota rosa”.
¿Tienes dudas? ¿Dirías que estás satisfecha con
tu vida? ¿Plenamente satisfecha? ¿Resuelves los conflictos con facilidad?
¿Algún problemilla te quita el sueño? ¿Quieres que charlemos?
Pues envía tus consultas a info @ reginaroman
.com. Todos aprendemos de todos.
Hola, guapa. Aquí va mi problema:
Puede resultar algo
superficial… Sí, quizás lo sea. Pero estoy segura de que a unas cuantas
personas les ha pasado esto. La cosa es que no me siento bien con mi cuerpo, sé
que no debería sentirme así, pero me siento. Tengo unos kilitos de más, que a
pesar de no querer tenerlos porque me lleva el autoestima al suelo, mi estado
de salud me exige eliminarlos. Me extraña tanto que engordé, quizás fueron
tantos días bajo tratamiento y me obligaban a comer… Ahora apenas y pruebo la
comida, pero sigo estando gorda. He dejado desde hace un tiempo todo aquello
que pudiera hacerme engordar, pero sigo viéndome igual. No veo resultados.
Ojalá y solo se quedara así, pero viene con más… Desde pequeña he sufrido de
comparación con mi hermana, y he vivido en carne propia que la elijan a ella
siempre en todo antes que a mí, con mi cambio de peso eso se ha incrementado…
Ella sigue de perfecta, con su ego a millón y yo, yo simplemente me siento
inferior delante de ella. No me gusta salir con ella a la calle, porque cuando
vamos caminando nunca para de decir “mira como me están viendo” “ay, Dios, la
gente ni respeta… todo el mundo me ve” y cosas así y eso me molesta mucho,
vale, si la miran que la miren y ya pero ¿por qué alardear? A parte de que se
toma como veinte mil fotos al día y de paso quiere que yo sea su fotógrafa ¬¬ Y
yo que cuando me tomo una la borro al instante porque no soy fotogénica -.- Y
así, con su personalidad arrogante y sin ser humilde ¡tiene a todos a sus pies!
¿Cómo puede ser eso posible? Es todo lo contrario a mí y sin embargo, ella
sigue estando de primera.
Soy escritora, sí.
Bueno, es por eso que me entere del mensaje en Facebook. Pero ser escritora a
mi familia le vale un comino, ¿eh? Ellos creen que solo pierdo el tiempo.
Sí, creo que tengo el
autoestima muy bajo… No puedo echarle la culpa a nada, pero ellos lo han
pisoteado tanto que ya hasta tal punto lo único que de verdad hago para mi
satisfacción sin importarme lo que piensen los demás de mí, aunque mi
personalidad aparentemente es un repelente para ellos (parece que por aquí
prefieren a las arrogantes, fiesteras, putas, etc…), es escribir.
Creo que ya he dicho
todo, ah, por cierto, tampoco consigo novio porque los chicos prefieren a mi
hermana antes que a mí J
Uhm, necesitaba contarle esto a alguien que no fuera
cercano a mí y me dijera “todo lo que dices es mentira, tu vida no es así” e.e
Un beso.
Y en efecto, Lonely Girl, tu vida no es
así, ese es el modo en que de momento TÚ la estás viendo (y no es muy optimista
que digamos). Veamos qué podemos hacer para arreglarlo. Iremos por partes
porque veo bastantes conflictos mezclados.
1º, el modo en cómo te llamas. Si yo
fuera tú comenzaría cambiandome el nick. No tienes por qué ser una Lonely girl,
cariño. Escribes (¡qué maravilla!), eres una Creative Girl, o una Fantasy Girl,
incluso una Crazy Girl, la lista es interminable pero procura empezar a mirarte
y nombrarte de un modo más positivo; primera regla, prohibido utilizar nombres
y adjetivos negativos para referirte a tu divina persona.
Te diré un secreto que siempre, siempre
funciona: la manera en que tú te miras influye directamente en el modo en que te
ven los demás. Si vas por la calle encogida pensando que todos se ríen de ti,
así sera, no lo dudes. El paso firme, la seguridad en ti misma, cambiará
drásticamente la forma en que el resto del mundo te percibe. Señalémosla como
meta. ¿Te parece?
2º, los kilillos. Toda la vida ha habido
gente alta, baja, rubia, morena, delgados y gruesos, listos, torpes... Y no
pasa nada. Solo son formas distintas de cascarón y el exterior es solo un 30%
de lo que somos. Me dirás, “ese 30% importa, es lo único que la gente parece
ver”. Te diré que a veces, simplemente no nos relacionamos con la gente
adecuada. No me interesa rodearme de personas huecas y superficiales que solo
admiran el exterior cuando el interior es tan rico y tiene tanto para dar;
simplemente, no l@s quiero como amig@s. Pero es una lección que aprenderás con
el tiempo. Si eres muy jovencita quizá ahora pienses que el mundo se termina en
ese grupo con el que habitualmente te relacionas.
Puedes decidirte a perderlos (me refiero
a los kilos). Si me dices que apenas comes y te sigues viendo muy gorda, pueden
pasar 2 cosas: o tienes graves errores de nutrición (comes lo que no debes) o
sufres dismorfia (no te ves como realmente eres. Les pasa a l@s enferm@s de
anorexia. ¡Cuidado!). En cualquiera de los dos casos, el consejo de un medico
sera fundamental para que recuperes el equilibrio y el control sobre tu propio
cuerpo. A veces, muchas veces, usamos la comida para acallar otras
frustraciones o para recompensarnos (si estamos tristes, si nos sentimos solos
o simplemente aburridos, comemos). Ahora, tu recompensa, el nuevo objetivo a
perseguir, será un cuerpo sano y esbelto que te proporcione un sinfín de alegrías.
Te contaré algo: hubo un tiempo en que a
las 5 de la tarde comenzaba en TV mi serie favorita. Suelo trabajar muy duro
por las mañanas y a veces desde muy temprano, de modo que a esa hora ya suelo
estar bastante cansada. La excusa era perfecta: me recompensaba por mi buen
hacer, regalándome un par de horas en el sofa (ponían varios capítulos… L) atiborrándome de dulce. Empecé a coger
muchos kilos pero me negaba a renunciar a mi “premio”, era tan feliz durante
ese tiempo… Así que traté de compensarlo por otro lado haciendo mucho
ejercicio. No me mantuve en mi peso pero tampoco me disparé como habría
ocurrido en condiciones normales. El caso es que cuando acabó la serie, cesó
radicalmente mi costumbre de “tumbarme y comer” a esa hora, dejé de desear
compulsivamente el dulce y regresé a mi peso sin sudar ni mover un dedo. Revisa
tus rutinas, las horas y los motivos por los que comes y si lo haces
compulsivamente. Te aseguro que con una dieta equilibrada y algo de ejercicio
ligero, recuperarás tu cuerpo (sí, el tuyo, porque tú no eres ningún saco de
grasa, eres un cuerpo escondido debajo de los kilos sobrantes) pero bajo ningún
concepto dejes de comer o sufrirás el efecto rebote: pasando hambre y estando
malnutrida, seguirás engordando.
3º, tu hermana. No te obsesiones con
ella. Y sobre todo no la culpes de lo que te ocurre. Ella es como es, con sus
defectos y virtudes, no tiene la culpa. Y tú, igual. Debéis aceptaros ambas.
Has creado una interdependencia emocional bastante negativa con ella desde
pequeña que lo único que te hace es daño: deja de compararte, deja de pretender
que se comporte de otra manera, deja de sentirte inferior en su presencia…
ninguna de esas cosas tiene sentido y solo podemos controlar y cambiar el
comportamiento de una persona: NOSOTRAS MISMAS. ¿Te has preguntado alguna vez
si debajo de tanta arrogancia suya no hay mucha inseguridad? Suele ocurrir.
Tampoco es sano que dependa tanto de su aspecto físico sin tener nada más que
ofrecer (pero no es ella la protagonista del consultorio, sino tú, de modo que
no profundizaré más en esto). Eso de que tiene “el mundo a sus pies” es tu
percepción actual de la situación. Te asombrarías al comprobar cómo cambia el
modo de ver las cosas cuando tú estás en otra posición más inteligente, cuando
ya te has centrado en ti y en mejorar tu vida no en ella y en la suya. Déjala
ir. Sé amable, trátala con cariño y respeto (no lo haces, le tienes
resentimiento y eso no es bueno para ti) y exígele que te trate de la misma
forma. Procura que las relaciones entre vosotras sean lo más positivas posible
sin dejarte pisotear.
En cuanto a los chicos, mi consejo es
que aparques de momento la cuestión: tienes mucho trabajo pendiente contigo
misma, ahora no atraerías a nadie que merezca la pena. Verás cuando te sientas
en paz, feliz con tu interior. ¡Verás los milagros!
Recuerda que tú puedes llegar a ser
delgada y bella si te esfuerzas (deja de lamentarte, nada de compadecimientos,
arriba, ponte a trabajar en la nueva “Fantasy Girl” o “Creative Girl”, te está
esperando) pero quien no tiene imaginación, o no sabe escribir o es incapaz de
poner palabras a su pensamiento, lo tiene mucho más difícil, por mucho que lo
desee. ¡¡Hacer dieta no te convierte en artista!!
Ánimo y quiero volver a saber de ti más
adelante. ¿Qué “Girl” firmará entonces la carta del consultorio ;)?
Mandad vuestras consultas a info@reginaroman.com
Y mañana... ¡¡Tachaaaaaan!! "Galletas de la suerte". A comer y a aprender!!
Regiii!!!! Cada punto para nuestra Crazygirl o creative, tiene algo especial que hace que una se autoevalúe... cuándo tú dices: "no te has preguntado alguna vez..." ¡chan! palabras de Regina y un click en mis pensamientos. Estas consultas ayudan mucho aunque a una no le suceda lo mismo... pero sé que todas a veces necesitamos responder ciertas preguntas sinceramente, aunque duelan y otras para cambiar!! Muy bueno, de verdad!!
ResponderEliminarme gusta mucho el blog y la entrada es verdad verdad y pura!!! nosotras y esos complejos...
ResponderEliminar
EliminarMil gracias por seguirnos. Animate a participar y cuéntalo por ahí. Recibimos consultas anónimas a todas horas y todas son igualmente importantes.
Regy
ResponderEliminarAy, chicas, qué víctimas somos de nuestras propias bobadas, qué facilmente arrinconamos lo bueno que tenemos y lo olvidamos para pasar a obsesionarnos con aquello de lo que carecemos... Muy mala filosofía de vida, muuuuu mala, sí señor.
A cambiar, que estamos a tiempo!!!
Besos muchos :)
Regy
Uffffffff..., poco hay que añadir a lo que ya has dicho, excepto que la chica necesita ayuda profesional (creo) porque eso de autopsicoanalizarnos no funciona casi nunca o lo hace con mucha lentitud.
ResponderEliminarPues yo ahora mismo me siento renovada, la verdad, como dice Connie, no tengo los mismos problemas que nuestra protagonista, pero si que a veces no te ves como deberías y te menosprecias o te sientes abatida porque es más facil que alzar la cabeza y ser valiente, afrontar lo que venga, luchar e ir a por todas, cambiar lo que no nos guste de nosotras mismas y ser mejor tanto para los que te rodean, como (y más importante) para ti misma. Pero no podría encontrar respuestas mejores para esta "girl" de lo que tú le has explicado y aconsejado, esperemos que tome al toro por los cuernos y se ponga manos a la obra, cuanto antes empiece a cumplir tus consejos, antes será la chica que tanto grita por salir fuera y mostrarse orgullosa al mundo.
ResponderEliminarRegi, que eres la caña nena, la mejor!!!!!!!!!!!!
Arriba el quererse, confiar en uno mismo, y pasarse por el forro del tanga lo que los demás opinan de nosotros mismos. Ha enfrentarse, a ser fieles a lo que deseamos, queremos, a nuestro talento, vocación, don, o cómo cojones lo llamemos (es que me entra la vena reivindicativa, no lo puedo evitar).
ResponderEliminarDi que sí, Regi, arriba esos ánimos y a confiar en uno mismo, que la belleza va más allá de una cintura, y sobre todo, hay que ser felices para que venga todo lo demás.
Perfecto, Regi, vales oro:D
Besoss