DE PADRES E HIJAS...
En lugar de invitarme a desayunar por cuarta vez como una
persona normal, mi padre dio instrucciones a su chófer para que nos regalase
una tournée turística por el centro de la ciudad. El interior de la limusina
disponía de todas las comodidades imaginables y papá desplegó una especie de
mini bar con cositas dulces para picar y champán.
—¿Bebes a estas tempranas horas? —me escandalicé. En lugar de
ruborizarse me ofreció otra copa. Y yo voy y la acepto tan contenta.
—La vida son dos días con pasado mañana, Lola querida. Así
que más vale disfrutar lo que nos quede.
—Hablas en plan tétrico. ¿Qué se cuece por la empresa? Pensé
que odiabas venir a Madrid.
—Y me cuesta. Valencia es tan recogida, tan servicial, tan
tranquila… Pero las obligaciones mandan.
—Para eso tienes la legión de dobermans —me burlé—. Quiero
decir, tu distinguido consejo de administración que toma las decisiones por ti
y te alivia de preocupaciones y otras hierbas.
—No te confundas, hija. Ejecutan mis órdenes o plantean lo
que yo llamo opciones de probabilidad. La última palabra siempre se la guarda
este viejo cascado que tanto te quiere.
Sonreí y le acaricié la arrugada cara. Los ojos azules de mi
padre soltaron chispitas. Siempre quise heredarlos. En su lugar creo que
heredaré una empresa y un montón de millones que no deseo.
—Así que deduzco que tu viaje se debe a una toma de
decisiones.
—Más bien al primer paso para dejar de tomarlas.
—Papá, si te vas a poner críptico más vale que vuelvas a
llenarme la copa y te las apañes para buscarme unos panchitos.
—Quiero que me sustituyas al mando de la empresa.
Espurreé el champán que tenía en la boca y lo puse todo
perdido. El chofer, que parecía discreto, muy a lo suyo y totalmente al margen
de lo que pasaba en la zona trasera del vehículo, se apresuró a pasarme un paño
de hilo. El muy entrometido no había perdido puntada de nuestra conversación
privada.
—¿Quéééééééé?
—Será una solución meramente temporal. Mira, Lola… —Mi padre
se frotó la frente como si le doliera—, no me encuentro bien últimamente.
—No me asustes. Te lo advierto. No estoy para bromas, hoy no.
—Son meros achaques sin importancia, chascarrillos de la edad,
pero me marcho a un balneario.
—Te marchas —repetí como una autómata. Una autómata algo
cabreada, por cierto—. Así, sin más.
—Voy a Suiza, a tomar las aguas, a seguir un par de docenas
de tratamientos detox muy estrictos… Y quiero que te hagas cargo de todo en mi
ausencia.
—Pero papá… Yo no estoy hecha para mandar…
—Fuiste ejecutiva agresiva en D&D con magníficos
resultados si no me equivoco.
Fruncí el ceño. Odiaba tener que recordar ciertas cosas.
—No serían tan buenos cuando me regalaron una soberana patada
en el culo y me echaron a la calle.
—Sabes muy bien que no fue culpa tuya.
—¿Y tú, sabes que te las arreglas muy bien para aparentar
ignorancia cuando en realidad pareces radio Macuto?
—Bueno, ¿qué dices?
—Papá, yo ya no estoy hecha para los negocios. La época de
D&D pasó, gracias al cielo y a los infiernos y he estado demasiado tiempo
rodeada de artistas. Ahora vivo un poco demasiado en las nubes, para no echar a
rodar tu empresa y todos sus beneficios antes tendría que bajar… —Noté que mi
resistencia cedía sin yo quererlo. Es que los pucheros de mi padre son muchos
pucheros.
—Pero apoyar de nuevo los pies en la tierra, aunque sea por
unos meses, no es imposible. ¿Lo harás por mí? —Me miró con esos ojitos de bebé
de teta realmente irresistibles. ¿Cómo iba a decirle que no poniéndome esa cara
de cordero sin degollar?—. Será por una temporada tan solo, mientras mejoro y
puedo volver mejor y más guerrero que nunca. Prometido.
—¿Palabra?
—Tienes mi santo y seña, mi honor de caballero —aseguró
levantando la palma de la mano. Me sonó más a teatro que a compromiso pero me
rendí.
Continuará... (si os apetece)
Y mañana miércoles... ¡¡Las galletas de la suerte!! con Alicia Pérez Gil. Para mojar...
Me cae bien este señor. No me lo creo mucho, pero me cae bien. Un anciano que hace pucheros manipuladores es una rara avis.
ResponderEliminarOle esa Regi!!!
Jajajajajaja. Es un abuelete cachondo, de esos entrañables que de vez en cuando te encuentras...
EliminarMuas, muas!!
RR
Hay que ver lo que nos hacen los padres, aunque lo más importante es lo poco que escuchan los hijos a veces, el caso es que a veces hay que hacer más caso al corazón que otra cosa, de todos modos este hombre me gusta, tiene su aquel ^^ Un besote mi Regi, y a seguir con esta mota rosa tan apetecible :D
ResponderEliminarSeguiremos, seguiremos, mi querida rubia. Porque hay mucho hilo que desmadejar...
EliminarBesos muuuchos!!!
RR