lunes, 1 de abril de 2013

From my Blonde Mind: La maleta.


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Hay un acontecimiento anual que la mayoría esperamos a lo largo del año como al agua de mayo,(que estoy de agua de mayo hasta las trompas, por cierto)  dicho momento especial  no es otra cosa que el tan ansiado periodo vacacional.
Hacemos cábalas como locos acerca de qué haremos, dónde viajaremos o con quiénes compartiremos nuestra aventura. Al principio en nuestra imaginación se perfilan lugares lejanos de aguas cristalinas e inmensas extensiones de arena blanca o, tal vez, nos resulten más atractivos destinos culturales cargados de Historia, Arte y Tradición o, incluso algo todavía más osado, quizás algún punto remoto de difícil acceso que nos permita entrar en contacto con una naturaleza agreste que se nos antoja inexplorada y salvaje, digo esto porque en realidad existen pocos lugares que  no hayan sido sometidos y domesticados por la mano del hombre, a pesar de esta progresiva masificación y acercamiento no hay que desesperar todavía quedan territorios que reúnen estas características. Lo cual me trae a la memoria el programa de la semana pasada de Iker Jiménez, dedicado a los fallecidos en el Everest. Hablaba de que las condiciones son tan extremas que, a partir de cierta altura, en la zona denominada  «de la muerte», no hay manera de conseguir hacer descender los cadáveres, con lo cual deben reposar allí, cerca y a la vista del resto de las expediciones de escaladores como un macabro recordatorio de la vulnerabilidad humana frente al pico más elevado del planeta. A mí se me ponen los pelos de punta solo de pensarlo, mi limitada mente de rubia no concibe argumentos de suficiente consistencia como para que se me ocurriera jugarme el tipo de semejante manera y eso sin contar con las penurias a las que habría que hacer frente ahí arriba, aun contando con llevar toda la ayuda imaginable y el equipo más caro que se pudiera adquirir en el mercado. No, no, no, hay cosas que mejor contemplar desde la cercana seguridad del sofá de tu casa, calentito y en compañía, para luego entablar un buen debate acerca de lo que no se conoce y, ojo, ni ganas. (Uuuuuuuh, ¡qué bonico tó!)
Bueno, una cosa queda clara, en mi lista de posibles opciones queda descartado el alpinismo. Así que algo menos en lo que pensar. Luego las elecciones poco a poco se van acotando. No porque el mundo se haya empequeñecido de repente, no, lo que pasa es que razones de envergadura se van imponiendo con todo el peso de la realidad. Por ejemplo, el dinero te dice que no da para tantos kilómetros, que mejor te busques un sitio que esté más cerca de tu casa. El tiempo del que dispones tampoco es muy dilatado, vale. Además,  cuadrar agendas con los que serán tus compañeros de viaje acaba por convertirse en una odisea; conclusión: ¿dónde voy a estar mejor que en casa de mi amiga Zoe? En Alicante, de donde son los turrones; En la comunidad Valenciana, de donde vienen las naranjicas, y las mujeres tienen, de las rosas, el color.
Así que para allá que me fui, con una maleta diminuta, confiando en que el armario de mi comadre compensase mis deficiencias de vestuario. Y es que, hacer el equipaje es un coñazo de proporciones bíblicas, porque tú te pones, abres el troley y piensas: de acuerdo el primer paso está dado, ¿ahora qué coño meto yo dentro? En tu convulsa imaginación comienzan a desfilar todo tipo de situaciones extravagantes, y la certeza abre el camino al temido, pero recurrente «porsi». Llevar dos pares de vaqueros es algo que nadie se cuestiona a estas alturas de la película, pero no los puedes llevar solos, así sin nada, con los pies descalzos y los pechos al aire en plan sacerdotisa micénica, necesitarás alguna que otra cosilla básica: unas botas, se me ocurre a mí, así a bote  pronto, ya, pero ¿Cuáles? Las marrones con tacón son muy bonitas y estilizan la pata, nada, nada la saca. Pero es que de abrigo había pensado llevarme la cazadora de cuero negro que aporta un toquecito macarra y sirve igual para un roto que para un descosido, entonces ¿no sería más conveniente coger las botas planas negras que además si hay que caminar, son muy cómodas? Evidentemente, también se vienen. Solucionado el tema del calzado por el momento. Siguiente punto, camisetas, tienen que ser de manga corta por si me entra calor y es la capa básica de la «nena cebolla», bueno pues yo creo que si hago un cálculo aproximado de los días que voy a estar, lo multiplico por diez, que es el número de posibilidades que tengo de caerme en una zanja, que me atropelle una bici o de que deba correrme una maratón. Después lo divido entre dos, que es la ventaja que aporta al hombre moderno el hecho de tener agua corriente disponible en casa, creo que seis es una cantidad muy apropiada. A otra cosa mariposa, un vestidito mono porque yo lo valgo, ¡huyyyyyy, qué difícil! El rojo es alegre y ponible, pero el negro es más elegante ¡qué decisión! Mira, lo mejor va a ser llevárselos a ambos, al fin y al cabo si salimos por la noche, tendré que tener algo decente ¿no? Se justifica mi conciencia y me proporciona la excusa perfecta para introducir en la ecuación unos zapatos de tacón de diez centímetros que, oye, no es mucho. Una chaquetita, llegados a este punto se hace imprescindible como también algún fular que le combine. Se me había olvidado que encima de las camisetas necesito un jersey, seré escueta, tres: uno con cuello cisne por si refresca, otro con escote por si hace calor y uno rojo porque me encanta. Los biquinis, no se puede ir cerca de la playa sin estar preparada, no importa que sea mayo, como si es febrero, llueve, caen chuzos de punta o hay un terremoto, si no llevas un bañador no estás motivada y no son vacaciones, queda fuera de cualquier discusión, es inegociable. Ropa interior, je, je, casi me dejo las bragas, esto es fácil y va a bulto. Siempre he tenido la teoría de que una mujer nunca tiene bastantes bragas, cosa que me hube de replantear el día en que el cajón ya no cerraba ni utilizando una palanca, por suerte los tangas han otorgado mucha cordura en este mundo de desvaríos, y es que en un chivato de tabaco te caben cuatro de tamaño estándar. Vuelco el cajón y lo que caiga, luego tamizo un poco porque estas tan rotas no tienen glamour, y estas comestibles no vienen a cuento. Ya casi lo tengo, solo me falta el maquillaje, la cámara de fotos, el paraguas, un libro facilito que me estoy leyendo por si tengo insomnio (no lo llevo para entretenerme en caso de no poder dormir, es que es mejor que cualquier somnífero, tú lo empiezas y a los cinco minutos estás grogui, resultados garantizados, tan solo como efecto secundario que a lo mejor a la mañana siguiente te levantas repitiendo vocablos extraños, nada permanente) la plancha el pelo, el ordenador canijo, la PPK y el neceser.
Me doy cuenta, mientras me hago un moño churrilesco con una pinza, que todo lo que necesito, quizás todo lo que soy, entra en esa maleta.  Ese es todo el arsenal que me hace falta para enfrentarme al mundo. Todo el bagaje de una vida. No está mal, he tenido menos; he precisado más.
Me despido de Mika, que no entiende la jugada, lío un cigarro y me sorprende la seguridad de mis pasos.
Emprendo camino, feliz de ir ligera de equipaje.


Señora en la casa, dama en el baile y reina en la cama. Maestra de rubias, Regina Roman os regala mañana su Mota Rosa.

2 comentarios:

  1. Pues cuando se acaban las mías, felices vacas....creo que llevas todo lo necesario y seis veces de más, pero ya se sabe...una rubia necesita ser precavida. A pasarlo bien ;)

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  2. Lo mejor de las maletas ya sabes.... tu vas co ella petada de "porsiacasos", pero cierra.... A la vuelta toca llamar a cachano, el vecino ese que por cierto no llegaste a ver (lástima) que pasa aproximadamente el 125% de su tiempo en el gimnasio y tiene 23 años.... llamarle para que te cierre la maleta y de paso hacer revista del hercúleo cuerpo que se tensa ante tus ojos hipnotizados....mmmm se me ocurre eso de haberle llamado ahora le debería un cafe!!! arg, la edad me está quitando reflejos.... o será el matrimonio?
    Mil besos hermosa, Alicante aun está recuperandose de tu terrible marcha, se te hecha de menoooooossss

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