Querido Max:
(Nunca es buena cosa cuando la
nota empieza con un “querido”. Si la conoceré yo.).
Tengo un encargo para ti. Sé que lo cumplirás con puntualidad y tu nunca
suficientemente ponderada eficiencia. Esta semana celebramos una fecha especial
y necesito que realices una pequeña investigación. Se trata de la rubia sin
cara, así que no hay fotos que puedan ayudarte. Se he empeñado en ocultar que
cumple años. Vanitas vanitatis… Escribe algo que esté a su altura. Y no, no te
preocupes, no es tan alta como parece. Recuerda que siempre lleva tacones.
La cosa seguía en el mismo tono durante cinco post its tamaño sábana. En el último
encontré una dirección de correo electrónico y una recomendación. Pensé que
quizá no fuera buena idea seguir las recomendaciones de una jefa que usaba el
peor de los adverbios en la segunda línea de una nota adhesiva, pero tampoco
tenía mucho más por dónde empezar. Lo que ocurrió a continuación pueden
encontrarlo aquí mismo.
- ¿No fastidies? ¿En serio te vas a rascar el bolsillo
para regalarle algo a la rubia?
Yo creo que el primer
paso es depilarte.
- No me toques las pelotas,
Gran Ximo. A estas dos les ha pasado algo. La morena me dice que use mis
encantos y descubra la “verdadera naturaleza” de la otra.
- Buff... con la
rubia eso está difícil...
- Por eso estamos aquí. También
dice que tú la conoces. Lo que tiene su mérito teniendo en cuenta que la tía es
todo pelo. Vamos, más pelo que yo.
- No le digas eso o
te asfixia con la laca de uñas.
Yo la
conozco, pero solo porque me paso por su Facebook para jugar cuando tiene
tiempo.
- ¡Así que es cierto! ¡La conoces! Yo es mirarle la
melena y perder los papeles...
¡Jugar!
Eso tiene jugo...
- A ver qué estás pensando,
primate. Mejor déjate de historias. Lo que importa es que tienes que escribir
algo sobre ella. Veamos ¿Qué datos tienes?
- Que es rubia.
- Vale, capitán
Obvio al rsecate. Algo más tienes que saber, digo yo.
- Tío, sé que nació a mediados
de abril, de algún año. Eso elimina el horóscopo chino y la carta astral
porque necesito fecha fija.
Sé que
está buena porque he visto las fotos.
Y que tiene mala hostia porque la leo.
Con esos mimbres tú
dirás. ¿Qué sabes tú?
- Yo una vez le
pregunté el año, y por mi seguridad genital no te lo voy a decir. Sí te puedo
decir que es más lista que los ratones
coloraos, que sabe mucho de mitología
y que es Aries...
por la
fecha. Pero yo los
horóscopos no los controlo mucho.
- Ratona colorada con cuernos ¡Qué bonito! Voy a echar un
vistazo en la Wikipedia a ver esto de los aries qué tiene de bueno, porque yo
conocí una y no me quedaron ganas de más.
- Yo conozco una y
ahora patea Jaca con un fusil a la espalda, la Barbie de los cazadores de
montaña la llaman. Así que algún parecido debe haber.
A ver, se supone que las Aries son fogosas,
energéticas, emprendedoras y con malas pulgas cuando les tocas los ovarios.
- Y si no se los
tocas peor.
A la mía si le
dabas la razón te decía que no le dieras la razón como a los tontos y si no se
la dabas decía que tenía razón que no era tonta... Vaya con la rubita.. La estoy viendo
aferrada a sus argumentos...
Me empieza
a dar lástima mi jefa la morena.
- Genio y figura,
pero en el fondo es buena gente. Te lo digo yo, que me lo paso pipa haciéndole
la puñeta.
- ¿El Ximo con miedo
por su seguridad genital le hace la puñeta a la cabra ariana? ¿Y eso cómo es?
Así, entre nosotros, claro.
- Por supuesto,
jamás le diría que no a un mono.
De lo
tuyo, pues no sé; supongo que soy inofensivo. Suele pasarme a menudo con la gente así. Me
he criado con tipos duros, sé cómo tratarlos. Al final me echan de menos y todo.
- Así que la rubia
es un tipo duro... Ahora sí que puedes tenerle miedo.
A las mujeres hay que tratarlas como a
mujeres. Para mí que esta
esconde algo...
a parte de la
cara, digo.
- Mmmm... Te lo voy a explicar de la siguiente
manera: Imaginate una
rubia Aries, pero como una cabrita, que para eso dibujan así a Aries. Encima de una roca durmiendo,
tranquilamente.
- Nada de una
cabrona rubia, no. Una cabrita rubia. Lo pillo.
- Mullidita, con su
lanita, con cara de cabra buena y tal...
Ella ama su roca,
su roca
está calentita, y es su forma de ver la vida.
Ella criticará la roca, pero si lo haces
tu...¡Ay, Infelice! Se levantará, te mirará a los ojos
con sus ojos de rubia, y te dirá:
La roca es perfecta, es poderosa. ¡Te voy a
enseñar lo perfecta que es aplastándote la jeta con ella!
Pero en
el fondo es buena gente, si sabes jugar con ella.
Eso sí,
tiene que tener la sensación de que
manda ella en todo momento.
Si no te
estampa la roca en las gónadas. Su roca,
sus normas.
- A ver si me entero: es fogosa, energética, mandona,
agresiva... Vamos, una joya. Puedes jugar con ella si llevas cota de malla.
No me convence como descripción.
O sea, a la
jefa le chiflará, pero la rubia me asusta.
Dame otra cosa, tío. Esto no me vale.
- La verdad es que
dicho así...
Vale, te voy a
dar la descripción buena.
Es una
rubia dura, de esas que no son finolis; eso siempre es más divertido. Es una
romántica, aunque no lo demuestre mucho; le encanta la mitología porque le
tiene que molar mucho Atenea, me juego algo; y si le caes bien, va a estar ahí
para todo lo que necesites. Siempre. Eso no se
paga con pasta. Pero no toques su
roca.
- Eres un pelota,
chaval.
Hay que llevarla a
cenar a un italiano y dejarle la roca en paz.
Listo. ¿Tú crees que se vendría conmigo al
italiano ese?
- ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! Me lo han dicho muchas veces, pero el día que
me ponga pelota daré asco.
- Al final me va a
poner la rubia...
- Vamos a ver ¿A qué
hombre en su sano juicio no le pone la rubia? Una fémina de esas características no pasa
desapercibida, mi amigo primate.
Tú lo que tienes que hacer es depilarte.
- Soy un mono...
- No es racista, créeme. Además
¿sabes qué?
- ¿Qué?
- Que espero que te diga que
sí. Me lo voy a pasar pipa cuando me lo cuentes.
- Ya veremos, ya veremos...
- No hay miedo, Max. No hay
miedo. Seguro que además tienes mucha labia.
- Coñitas las
jutas...
Además, yo la
llevo
a cenar, pero ¿Tú
qué?
¿Qué riesgo corres
tú?
- ¿Qué de qué? ¿Yo? ¿Riesgo?
- Ya... Esto era curro mío.
- No te quejes, que te he
transmitido toda mi sabiduría.
- Lo que se, tío. Me voy
aescribir el artículo laudatorio ese. Gracias por su ayuda, Gran Ximo.
- Nada, que te sea
leve. Seguro que al final, te llevas un besito por lo menos. Más de uno se
dejaría amputar un miembro por un beso así.
Y así quedaron las cosas entre Ximo Soler y un servidor.
La jefa no se ha pronunciado sobre mi perfil de rubia, pero tampoco me ha despedido,
así que supongo que he pasado la prueba.
De la cena italiana con So Blonde ya hablaré cuando sea
capaz de articular. Hay hembras que merecen mucho más de lo que un chimpancé es
capaz de teclear en 900 palabras. De ahí el apoyo gráfico, lectores míos.
Agradezcan a Calavera Diablo y a Gustavo raga Pascual su aportación y
permítanme explicar que no solo de zodiaco vive el periodista serio:
La influencia que tienen El Emperador y El Mago, sobre Aries es lo que le confiere su personalidad
tan dominante y con tanto poder: por un lado autoritaria, calculadora,
inteligente, estratégica; y por otro la facilidad para empezar nuevos proyectos
de la nada, la facilidad de acción, la inteligencia y el montón de
posibilidades, que sabe que tiene al alcance de su mano… ¿De dónde creen
ustedes que salieron los tacones? Palabra de Blog: Te alabamos, So Blonde.
Y mañana nos encontramos con Irene Comendador. Justo 15 centímetros por encima del bien y del mal...
Ma quedao clarinete: No le toques la roca a la rubia porque la mu kabrita te la puede endiñar en to los güevos. Aparte deso, es una ricura de criatura, dulce y romántica.
ResponderEliminarFelicidades, So Blonde!!!
Pues muy puntual, y con una grata sorpresa. Divertido por los cuatro costados, y esta vez realmente cuatro. Felicidades a todos, y felicidades nuestra ilustre desconocida
ResponderEliminarMe ha encantado, gentuza querida! ES MARABIYOSO! La rubia es mucha rubia y vale su peso en oro. Felicidades, So..!
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