lunes, 22 de octubre de 2012

Fromm y Blonde Mind: Push Up




He estado investigando.  He descubierto que los blogs y vídeo blogs de moda hablan de productos. Hacen lo que hacemos las nenas cuando nos juntamos y comenzamos con: « ¡Eso qué mono uuuuuuh! y ¿Dónde te lo has comprado?», «Pues tú estás estupenda, ¿qué dieta haces?», «Y esos zapatos, ¿los tienen en tallas pequeñas?».
En realidad, yo, cuando me junto con otras nenas, hablamos sobre Kandinsky, Flaubert y Proust. Somos mucho de Proust, porque somos escritoras intelectuales, y las escritoras intelectuales hacen eso y no se depilan las axilas ( y las ingles, ya ni te cuento). Esto es sabido por toda la gente de buen vivir del mundo.
Aparte, Manu Tomás preguntaba hace unos días qué es el push up. Manu Tomás es un nene muy majo y no quiero yo que vaya al cole sin saber que es el push up, que luego se meten con él los otros nenes y le quitan la merienda.
La palabra push up es un anglicismo que se podría traducir libremente como: Falseemos la realidad como en una auditoria de Bankia.
Son prendas destinadas a dar nueva forma, tamaño y situación corporal a partes de la anatomía femenina.
Las partes del cuerpo de la mujer más codiciadas son las tetas y el culo (excepto si eres un congrio, pero eso ya lo explicaré otro día) por lo tanto es lógico que el push up se dirija a las citadas zonas corporales.
El más clásico de los push up es el del sujetador. Históricamente tener las tetas debajo de la garganta siempre ha gustado mucho. Las modas han ido dando importancia al tamaño de los senos, y la estética ha querido que la lágrima pectoral se desdibuje para transformarse en dos melones, ahí bien juntitos, que en canalillo no entre ni un boli. El sujetador push up te da todo eso, y además los tienes en bonitos colores. El más conocido es el Wonderbra, seguido del Aumentax. Muy majos los dos, pero algo caros y superados por la competencia china tanto en precio como en resultados.
Yo aconsejo los de la maraca Selene que dan hasta dos tallas más y te arman como para tomar Zamora en diez minutos. Cuestan 15 pavos pero son difíciles de encontrar. Tiene un modelo sin tirantes que se llama Carlota que no se mueve a pesar de la falta de sujeción. Muy chulos aunque algo sobrios en colores que no salen del blanco, negro y nude (nude es color ortopedia, sí).
Luego para bolsillos que no están en su mejor momento, tenemos los Maximice Your Size de H&M. Muy apañados también, pero con tallaje raro. Si encuentras el tuyo, podrás ir luciendo pechuga la mar de bien. De estos tienes mil y un estampados, algunos diseñados por un mono borracho y daltónico, y otros la mar de cucos. Además encontrarás partes de abajo de todo tipo, tanto en slip, como en brasileño o tanga. Por 10 euritos cada uno en rebaja me he llevado para diario varios de estos conjuntos.  En estas fechas aún quedan perchas de batiburrillo.
Pasemos a las nalgas.
El año pasado ya pugnaba el pantalón levanta colas de corte colombiano, esto lo ha intentado copiar también Salsa en sus prendas, pero yo ni veo la gracia ni el efecto, la verdad.
Esta temporada nos están vendiendo los panties push up. Los más conocidos, por estar a pie de calle, son los de Calzedonia. Piden por ellos 19.95 euros, uno encima del otro. Tienen distintos estampados que es tal vez lo más destacable del producto, porque en realidad no merecen la pena.
A ver, no suben el culo y no lo reducen, bueno sí, un poco, pero tampoco nada del otro jueves. No se te va a poner el culo de la Fox si tienes  el de la Kardasian.
Para lo que hacen, yo recomiendo irse directamente al Primark y comprarse unas mallas de comprensión en negro que hacen lo mismo y valen seis euros. Si estás morcillona, harás el ridículo igual, pero te habrás ahorrado 14€. Y si estás escuchimizacilla, no encontraras talla para ti y te ahorraras 19,95. Si es porque te ha dado la gilipollez de que quieres una bolsa del Calzedonia, pues deja de hacer el tonto y cómprate unos calcetines calentitos.
La relación de las nenas con nuestro culo es de amor y odio. La Naturaleza (que es sabia) ha dicho que la grasa corporal en nuestro sexo se tiene que acumular en las caderas y los glúteos. Así que hay que pelear contra Gaia para no acabar con un almacén celulítico donde la espalda pierde su buen nombre.
Lo malo de esto es que…. ataca a traición y por la retaguardia porque no te lo ves. Tú te crees  que vas estupenda por delante con tus vaqueros recién comprados, pero, por mucho que gires el cuello, no puedes hacerte una idea de si llevas un culito de melocotón o un culazo de sandia de diez kilos.
Puedes jugar con espejos, pero los espejos son muy cabrones y más los de los probadores. Puedes fiarte de la dependienta, que te llama «amor» y que le da lo mismo que te pongas un traje de buzo mientras lo pagues y te largues.
Puedes tirar de fashion assistant que, como le han dicho en el curso de la firma que este año se lleva el corte de pitillo, te lo va a intentar colar aunque se te queden patas de gallina.
 Y claro, sobre todo, puedes tirar de amigas que, una de dos, o te quieren y te ven estupenda con todo, o son amigas de verdad, con ese toque de mala leche que según pagues los pantalones te van a decir: «Nena, te prometo que te quedan bien, y eso que tú eres más de falda».
Luego está, que si te da por ponerte a adelgazar, la biología te dará por saco. El primer volumen que perderás será en el pecho, luego en la tripa y luego ya, si eso, y cuando estés desesperada y con más hambre que un marroquinero desdentado, se te notará algo en los muslos.
Spinning cada día y cortaros con los bollitos. Funciona.
Esto ha sido el push up en todo su esplendor. Con fotos y todo como los blogs y vídeo blogs de moda de otras nenas, pero contado como me sale de my blonde mind.
Ahora Manu Tomás podrá ir al cole y quedar mejor que un gorrino con el pelo recién «quemaó» para el día de matanza.
La semana que viene, según me entre la avalancha de muestras para testear, hablaré de cremas depilatorias, aceites íntimos, alpargatas o munición de punta hueca.  Aunque es posible que me de un «noséqué» y hable de Proust. Aiiiiin ¡qué bonico es Proust!






Y mañana: Culta, divertida, atractiva, accesible, encantadora, sabia, un polvo de esos que lo echas y nadie te cree en el barrio, Regina Roman pone oído a vuestras consultas y las contesta en “La Mota Rosa”


6 comentarios:

  1. Mira que eres jajaja. Aprender he aprendido (aunque lo del congrio me ha dejado con la intriga, conste). Yo tan cerca de la garganta no me gusta, y en fin..que quepa algo más que un boli..demasiado retoque como que no. Será que soy clásico :P
    Y del trasero..cierto que no os lo veis (ni nosotros), pero seguro que se sabe distinguir de fruta, ¿no? Y si no ...pues a preguntar jajaja, a alguno de género masculino..que como bien dices, las féminas siempre atacan...por no hablar de los espejos, que son más falsos que judas.
    Gracias por la clase particular, jajaja ya puedo no ponerme colorado por bobo. Ah..y prefiero a Proust que las cremas depilatorias. Será que le tengo aprecio a mi vello corporal.
    Genial So. Genial
    Manu

    ResponderEliminar
  2. Yo voy a decir lo que digo siempre en estos casos. Y que arda Troya ya si eso. 105C de pecho desde los catorce. Es lo que hay. Adelgazo 13 kilos y me quedo en una 100C de pecho. O sea, que serán las otras las que adelgazan de ahí. Yo tengo las mismas tetas desde la adolescencia y no las meto en vereda ni con sujes reductores.

    El culo lo tengo grande. Soy de familia caderona. Y me gusta, oye. La celulitis no me gusta, pero me encantan las curvas. Será porque cintura no tengo mucha y eso ayuda.

    Me molesta infinito la barriga, es lo que hay.

    Los sujetadores del H&M con mi talla es como curarse el SIDA con aspirinas. Buscaré a la Selene esa, que tengo unos bonitos hombros (ahora se me ven las clavículas y todo)y nunca llevo palabra de honor.

    Palabra de honor que todo esto es cierto.

    ResponderEliminar
  3. Ooooooooh que lindo el post de sujes!!!! Que pena que no puedas hacer uno de braguitas porque te duran menos puestas que a un yonki medio limón.

    ResponderEliminar
  4. Las escritoras intelectuales hablan de Proust pero lo hacen por las magdalenas :-)

    Los culos de las mujeres las clasifican en dos tipos: las masculinas y las masculonas.

    Cada vez me gustan más tus "post de trapitos" y me río cada vez más con tus "salidas".

    A los congrios no se, a las ranas aparte de tetas y culo nos ponen las piernas largas, y si es con botas mucho mejor.

    ResponderEliminar
  5. POr fin me puedo pasar a ver (o leer) tu redacción escolar d autoayuda para Manu y sus dudas sobre sujetatetas ^^ Y me he reido como una enana, sobre todo con eso de dónde comprar los trapitos, que por cierto, me ha venido muy bien la lección, porque quiero una de esas mayas que te hacen el culo que tu crees pero no el que de verdad tienes :P jejejej Genial!!

    ResponderEliminar
  6. Hummmmm...
    Yo como cada vez que voy a comprar sujetadores soy de las que se pone la copa por encima de la ropa y susurro: "see, ese me valdrá", pues eso... lo dicho... jajaja:d

    Vaya clase con Manu, y no, que no vaya al cole que no me le quiten la merienda al pobre mío...:D

    En todo caso, tomo nota de dónde hacerme con trapitos coperos, pero lo dicho, seguro me lo pruebo por encima de la ropa, no puedo cambiar los hechos...:D

    Besossss

    ResponderEliminar