Encuentro en tacones. Revelaciones taconeras sorprendentes

— Antes de nada me gustaría darles las gracias a las seis por aceptar mi invitación y concederme esta entrevista. Ya sé que están muy ocupadas y aún sabiendo que el resto de medios han reclamado su presencia, que hayan escogido mi programa es todo un honor.

Las seis chicas se observan entre sí y se lanzan miradas que esconden claramente la palabra “peloteo”, pero omiten decir nada, ante todo son unas señoritas y esperarán que la entrevista avance un poco más para sacar a relucir sus armas sarcásticas y puntiagudas.

— Como ya les dije grabaremos el programa en diferido y haciendo las paradas que crean convenientes, después podremos montar las escenas a placer. Si tienen que ir al baño o quieren cortar la grabación en algún momento, solo han de decírmelo.

Las taconeras asienten y le increpan al presentador con la mirada para que empiece de una vez con el tema. Algunas sí que tienen prisas y aunque saben que la entrevista durará menos de lo que piensa el hombre con perilla de barbería cara y ropa Hipster, están deseando que empiece el show.

— La primera pregunta y de obligado cumplimiento, creo yo, es saber cómo y dónde se conocieron las taconeras.

— Esa es fácil, nos conocimos en unos baños públicos, en aquellos días en los que el suministro de agua de la ciudad se vio afectado por una sequía mal llevada por un ayuntamiento con mala organización. Enseguida nos caímos muy bien y de eso ya hace más de cuatro años— contesta Connie ligeramente ruborizada.

El presentador abre los ojos asombrado, no da crédito a lo que acaba de oír, pero intenta guardar las formas y seguir con la entrevista, pensando que en el montaje de la misma cortarán el plano de su gesto de completo desconcierto.

— Es una historia muy impresionante, jamás lo habría imaginado. (Carraspeo) Bien, sigamos con el resto de cuestiones— hace una parada y bebe un poco de agua para calmar los nervios—. Sé que cada una de vosotras trabaja en diferentes ámbitos, pero hay algo que a todas os une, la literatura, algo que queráis decir al respecto.

— Pues no, nos gusta leer y escribir, eso es todo— corta Regina mientras pasa la mano por el brazo de Karol, una caricia buscando la afirmación de la morena.

— Así es— sentencia ésta.

— Está bien, si no queréis hablar sobre vuestros proyectos literarios, no seré yo el que os presione con el tema— sigue el presentador algo molesto con la respuesta.

— Nuestros proyectos literarios están de puta madre, gracias. Pensábamos que en este programa se tratarían temas mucho más interesantes, pero usted es el que lleva la entrevista, así que pregunte lo que quiera,  nosotras contestaremos lo que creamos conveniente. Adelante, no se corte— dice So, mientras enciende un cigarrillo, mira a su interlocutor con intensidad y cruza las piernas.

El presentador hace un gesto negativo con la mano al técnico que intenta acercase, decirle a So que no se puede fumar en el plató no es una buena idea.

— Podríamos hablar entonces de vuestra vida amorosa. Si no recuerdo mal, no hubo objeciones al respecto cuando os comenté que sería una de las preguntas de la entrevista.

— Si quieres meterte en ese jardín, nosotras conformes, pregunta, pregunta— contesta Alicia apoyando la espalda en el sillón. Poniéndose cómoda para el espectáculo que se avecina.

— Empezaremos por So. ¿Hay algún hombre en tu vida, alguna relación seria?

— Hombres… lo cierto es que sí, estoy enamorada, pero no es de un hombre.

El presentador que en esos momentos toma otro trago de agua, empieza a toser convulsamente, se acaba de atragantar y los ojos se le han puesto rojos del esfuerzo. Intenta recuperar el habla y con unas ganas locas de seguir escuchando aquella revelación, pregunta:

— ¡Vaya! No me esperaba esa contestación, y ¿podrías decirnos quién es la afortunada?

— Por supuesto, hasta te la puedo presentar si quieres— contesta la rubia con una inmensa sonrisa en los labios—. Aquí la tienes— dice señalando a Regina, que le agarra la mano con ternura.  

El presentador se queda paralizado. En su cabeza se dibujan titulares en todos los periódicos y revistas del corazón, la entrevista más mediática de los últimos meses y un ascenso y aumento de sueldo que le hacen jadear de solo pensarlo.

Ahora mira a Regina con ojitos.

— Me dejáis impresionado, no sabía que entre el grupo de taconeras hubiera una relación tan…

— No, no hay ninguna relación, no te confundas— corta Regina al hombre, antes de que siga con sus babeos e imágenes mentales masturbatorias—. So y yo no somos pareja, ella ha dicho que está enamorada de mí, pero eso no quiere decir que seamos pareja. Yo quiero a otra persona, pero ella lo entiende y acepta, somos buenas amigas. 

— Esperad un momento, creo que no me estoy enterando muy bien de lo que me has dicho. Tú estás enamorada de un hombre y…

— Eeeehhhh…. —Regina emite un sonido nasal parecido al de una bocina— Error. Yo no he dicho que esté enamorada de ningún hombre, yo a quien quiero con toda mi alma es a Irene.

El presentador se lleva las manos a la cabeza. Intenta comprender a duras penas lo que Regina le acaba de decir, cambiando la mirada entre las tres rubias sin saber hacía dónde mirar exactamente.

— Creo que le acabamos de dejar en estado de shock. No te preocupes chiquitín, que yo te lo explico todo para que te quede claro— esta es Alicia que entra al trapo para evitar que al presentador le llegue la mandíbula al suelo—. Verás, So está enamorada de Regina, pero el corazón de ésta le pertenece a Irene, el problema es que Irene no le corresponde porque por quién siente algo muy intenso es por Karol. Karol a su vez está enamorada de mí, pero yo solo tengo ojos para mi Connie. El caso es que Connie de quien se enamoró hace ya mucho tiempo es de So, que bebe los vientos por Regina. ¿Lo has entendido ya, bonito?

Las chicas se juntan en sus asientos y se pasan las manos por las piernas las unas a las otras, caricias que dejan al presentador estupefacto y con el color más rojo sangre en la cara que nunca hayan contemplado.

— Creo que le vamos a tener que hacer un croquis o algo así, parece que le ha dado una embolia al pobre— dice entre carcajadas Connie.

— Pues yo lo que creo es que deberíamos irnos ya, se nos hace tarde para llegar al gimnasio y cuando eso sucede tenemos que compartir ducha, y luego es un follón—  sigue Karol que busca su bolso bajo el asiento.

El presentador no da crédito a lo que acaba de escuchar y deja que las taconeras se levanten sin decir nada. Las ve marcharte todas de la mano y entre risas. La entrevista ha terminado y no sabe si podrá sacar algo en claro de la grabación, en definitiva tampoco hay mucho material o lo suficientemente extenso como para llenar un programa.

Tras varios minutos reorganizando sus ideas, se debate en si todas esas respuestas serán una broma absurda, una burla, o si habrá algo de veracidad en lo declarado. Por si las moscas, prefiere guardar las imágenes y declaraciones para otro momento. Quizás, colgándolo en Youtube tenga algo de éxito, porque para un programa como el suyo está claro que no. 

(Y antes de terminar, quería dar las gracias a Juan Antonio Hidalgo por la fotaza que me ha regalado para esta entrada. Has despertado mi imaginación con ella, espero que os guste la ida de pinza de esta semana)

Y mañana más y por supuesto mejor, de nuestra rubia más dulce. Connie nos traerá unos sugerentes y divertidos consejos sobre qué hacer antes de los 30, no os lo podéis perder!!!!