Mientras desayunaba un café con leche
hirviendo -como a mí me gusta-, en la casa de Regina, llega Irene con una pila
de papeles en la mano.
A los cinco minutos se nos une So con unas
pastas chocolateras para comenzar el día con energía.
―¿Estáis lista? ―anuncia Irene con cara de circunstancia.
―¡Venga! He llegado lo antes posible y con municiones
―la corta So con ansiedad.
―Chicas es muy gordo, y tú, Connie, que ibas
en busca de aventuras treintañeras, ni te imaginas en la que te has metido…
―¿Qué le ha pasado a mi niña? ―interrumpe
Regina
―Valeeee, ―dice Irene― os leo lo que me proporcionó
mi abogado:
Barcelona. 14 de Diciembre de 2012
Siempre quise ser periodista, y desde que lo soy
me odio por ello. No es que sea bipolar, es que la realidad se impone a las
buenas intenciones, y te hartas de ruedas de prensa con las mismas preguntas y
las mismas respuestas, y escribir, casi al dictado, según la “línea editorial”
(sic) del medio para el que trabajas (como yo digo, “Al Capone la pasta”). Hace
unos días pensaba en pirarme a las islas griegas, poner un restaurante y dejar
que las rubias de veintitantos se me rifasen.
Al día siguiente todo se precipitó, como en las
películas, y aquí estoy, tecleando la primera crónica negra de mi vida, pensando
ya en escribir un libro con todos los detalles de la historia, escabrosos y
truculentos, morbosos y calenturientos. Sé que estoy adjetivando como un loco
pero “me la bufa”.
¡Vale! ¡Venga! ¡Al grano, pedorro!, debéis estar
pensando. Pues si, tenéis más razón que un santo (o dos). Vamos a ello, pues.
Este lunes por la mañana, con un resacón del
quince y pinzas en las pestañas, cuando ya llevaba tres cafeses y dos
cigarrillos de los “a escondidas en el lavabo“, me llama uno de mis contactos
en la brigada criminal, llamémosle Paco porque queda mejor que Salustiano, y me
cuenta que acababan de detener a un peligroso delincuente, que si quería me
contaba la historia, que era de las que le podías sacar hasta una película.
Lo que sigue es más o menos lo que Salus…, digo…,
Paco me explicó, mientras yo me fumaba medio paquete de tabaco y él se bebía
tres gintonics de los de siempre, sin las mariconadas que le echan ahora.
Todo criminal que se precie debe tener un nombre
que le haga justicia. Te puedes llamar Aníbal, o Dexter, pero no Manolito.
Bueno, pues este “figura” tiene un nombre de lo más curioso. El cabrón se llama
Yago…, sí…, como lo oyes. Ahora mismo está abajo, lo está interrogando el
inspector Márquez, pero vamos, es casi un trámite, ya ha confesado lo más importante.
Verás, ayer por la noche me acerqué al pub ese nuevo
que han puesto los rusos, ya sabes a quienes me refiero, tienen buena ginebra y
rubias eslavas de las que mientras no te enamores te lo pasarás de miedo con
ellas. Pues cuando salí al callejón trasero a fumarme un cigarrillo oigo un
ruido a mi derecha, me acerco, y alguien estaba golpeando dentro del maletero
de un buga negro de gama alta.
Pude forzar la cerradura, y al abrirla, imagínate,
me encuentro con una preciosidad rubia de grandes ojos, aunque llorosos, y
completamente desnuda se lanza a mis brazos dando grititos diciendo “¡¡¡gracias!!!
¡¡¡gracias!!! ¡¡¡eres un cielo!!! ¡¡¡gracias!!! ¡¡¡mi cariño!!! ¡¡¡gracias!!! ¡¡¡te
adoro!!!”. A todo esto puedes imaginarte como estaba yo con tanto abrazo y
tantas curvas desnudas…, tenía el móvil vibrando como loco y sonando el “no
pares, sigue, sigue!”
En eso de los abrazos estábamos cuando sale del
pub un tipo, y al verlo, la rubia se pone a gritar “¡Es él! ¡Ese es el cabrón
que me ha secuestrado!”. El tipo echa a correr, yo suelto a la rubia (no por
ganas, créeme, pero el deber es el deber) y me pongo a correr tras él, dando
gracias a que estoy dejando de fumar, sino no lo atrapo ni yendo él a la pata
coja.
Cuando yo empezaba a resoplar y le veía ganar
distancia, aparece por el lateral un tipo con una cazadora de cuero negra y un
pasamontañas, que se lanza en plan rugby y lo derriba, reteniéndolo contra el
suelo. Cuando llegué hasta ellos el encapuchado va y me suelta “Hoy ha sido
algo más bestia que otros días”, y se fue por el callejón mientras yo esposaba
al tal Yago.
¿Sabes lo mejor de todo? Resulta que el tal Yago
es un mercenario, un poco inexperto, todo hay que decirlo, y lo contratan
ex-novios celosos para secuestrar a sus ex y hacerlas sufrir pensando en que
las van a descuartizar y violar (bueno, al revés, creo). Dice que por eso se
hace llamar Yago, aunque creo que el muy idiota no se ha leído la obra.
El resto es historia, dice la frase. Mi frase es “el
resto de la historia, en mi libro”. Allí contaré como le va a Paco con la rubia
de grandes ojos, además de la historia de otras chicas, rubias y morenas, a las
que secuestró el tal Yago, aunque son historias que se deben leer con el estómago
vacío y el alma anestesiada con un chupito de absenta.
Gustau Santos Casademont
―¿Y yo que tengo que ver? ―pregunto asustada.
―Irene necesitamos una explicación ¿a quién
coño te tiras, al abogado, al periodista o al tal Paco? ―indaga So.
―Esto es todo lo que sé de Yago, ¿era eso lo
que queríais? ¿no? ―responde Irene con cara de preocupación.
Continuará…
NOTA: Millones de gracias acompañados de cariño, amor y admiración al escritor GUSTAU SANTOS CASADEMONT por colaborar en la búsqueda del tal Yago y hacer que esta entrada sea un lujazo al contar con su creatividad y letras. ¡¡¡Ha sido un placer, gracias de corazón!!! -PINCHAR EN SU NOMBRE PARA SEGUIR CONOCIENDO SU OBRA.
Y mañana no te pierdas a la megavampi Karol Scandiu y sus gemelas...
jajaja si es que Gustau es la leche. Buena entrada :D
ResponderEliminarVaya... De nuevo me dejas a sí haaaaaaaaaaaaaaaaaa... queeeeeeeeeeeeee!!! Ygo contratado posiblemente por tu ex???? Me dejas con ganas de más... por dios.
ResponderEliminarComo cada viernes... Te sales. Aa espera de más y me encanta la entrada de Gustau!!! Genial...
Yo quiero saber qué pasa con tu ex??? Qué le pasa a ese tipo??? Por qué esos "continuará"???????? jajaja!!!!! Quiero leer más!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarJajaja... Qué buena crónica la de Gustau!! Pobre nuestra querida rubita... por las que pasó.
ResponderEliminarSaludos, Connie!!!
uhhh....!!!!! que yago hijo de p.......!!!!!! ops... ;)
ResponderEliminara ver como sigue todo!!!!