Heme en las soledades de mis
dominios acompañada de mi fiel gata, ambas rellenas de masa de roscón hasta
límites pornográficos. Yo con un dolor de pies que indica que hoy me he ganado el sueldo y ella con el xixi «pelao» de sobárselo
todo el día.
La gata sí que vive bien. Como una
reina, no, como una reina no; mejor. Como una princesa, pero princesa de las de
Mónaco. Por mucho que Mell Brooks en esa de La loca historia de la Historia dijera
que «es bueno ser rey» es mucho mejor ser princesa de Mónaco. Gracias a la genética plebeya de la abuela Grace estás la mar
de mona siempre y además tienes todas la prebendas de la sangre azul pero
pudiendo comportarte como una choni de polígono
y follarte al servicio o dedicarte a sacar discos, ambas cosas sin decoro ni
recato.
Pero yo no soy princesa ni gata,
por mucho que mi sangre sea de la orilla del Manzanares y el porte de chulapa no
me lo pueda quitar ni con rascador, por eso debo cumplir con la bíblica maldición
de ganarme el pan y sal con el sudor de mi frente. Lo mismo sería más mejor
hacerlo con el sudor de las ingles pero yo no valgo para eso. «Otro gallo nos
cantaría» añadiría mi preciosa Inés . «Es que somos muy tontas» apuntaría mi
hermana Elena echando cuentas, que ella siempre ha sido muy práctica.
En España todo el mundo tiene un
talento otra cosa es que pueda vivir de ello pero tenerlo lo tiene y muchas
veces se identifica con el. Creo que era en La pícara Justina donde un grupo
de parias sociales se quejaban de su mala fortuna achacando todas su miserias a
la Mano Negra que no dejaban que su arte les diera al gloria, fama e inmortalidad
que merecía, (la fortuna se presupone y es poco in hablar de duros) pudiera ser que fuera en Rinconcete y Cortadillo,
tengo algo olvidados a los clásicos pero es que estos invierten mucho menos en marketing que El diario de Brittney Jones o Canción de hielo y fuego.
Pero esta escena, de congoja y
mucha pena, de un grupo de artistas quejándose de su destino y cagándose en los
fantasmas de la industria sigue produciéndose. Antes se hacia en los bares, ahora en los grupos del Face. Los foros es que están muy muertos.
No pertenezco a muchos grupos de
esos que se llaman Escritores unidos,
Poetas remezclados o Autores amalgamados. Solo a un par de ellos porque son
grupos de trabajo donde se trabaja o al menos se da la excusa para hacer cosas
juntos. No me incluyo en esas tertulias porque por ansía y tontuna nos los
estamos cargando a base de autopromoción de las obras entre un colectivo que no
es el indicado. Digo yo que un escritor lo que busca es lectores y no otros escritores que no te van a leer
porque están escribiendo sus cosas de escritores.
Tampoco me gusta el ambiente que
se genera cuando alguien consigue que haya algo más que un posteo incesante de
links. Es en ese momento cuando aparece el debate que se va a un pelo o una
falta de emoticono, a la bronca más chusca. Yo encantada de meterme en una
pelea de hostias bien «das» (Sandra Bullock explicaba perfectamente la relación
entre la violencia y un caletón moja braga en Demoliton Man) pero soy muy del diálogo y la
conversación previa antes de empezar las puñaladas. Platónica que es una, fíjate.
No entiendo ese afán de intentar
quedar por encima de otros escritores. En un principio lo achaco a mi nivel
creciente de buferismo, pero el único nene que conozco que ha conseguido
pagarse la reforma gracias a esto de vender libros, concuerda conmigo así que
supongo que algo de razón llevo. En serio ¿es necesario intentar pisarle la
cabeza a un colega de profesión para salir de un vacío de escritor o conseguir
desatar un nudo gordiano de argumento?
Yo creo que no. Lo que hay que hacer
es seguir a tu bola con tus historias y tus cositas. Si quieres descargar tensión
bien está liarte a palos, pero entonces no vayamos de escritores y digamos que somos
marrulleros y pendencieros a ratitos. No será esta rubia quien censure eso, no,
no, no.
Estamos muy embrutecidos y desnaturalizados.
Ese es el problema.
Estoy ahora intentando sacar una
cosilla, algunos lo llamarían proyecto editorial, yo lo llamo «la cosa esta». Estoy
necesitando algo de ayuda para una par de asuntos. No soy nueva en esto de
pedir dadivas y sé cómo hay que hacer las cosas para no quedar de suplicante y
tampoco de aprovechada. Por otra parte creo que mi corta pero intensa presencia
en la redes me he grajeado algunas amistades e incluso algunas muescas a mi
favor y sé con quien puedo contar, pero me estoy sorprendiendo ante la
indiferencia o lo mercantilista de ciertas actitudes.
En fin, yo camino sola.
Un nene con el que trabajo
siempre me repite dos frases para recordarme cómo funciona el mundo: «Mejor
putas que amantes.» y «La gente solo respeta dos metales: plata o plomo».
Yo he discutido con él por estos
imperativos categóricos que me ha regalado, le he reprochado su cinismo, su
impostura y su «contoamipolla». No me da la gana que las cosas sean así, no
pueden ser así.
Pero parece que el mundo da la
razón a los señores con gafas de sol atornilladas al cráneo y a no a las rubias
platónicas.
Abro el periódico y leo una
noticia. Habla sobre Ansel Cambra, un nene así bien comido que ha abierto una
web. Una cadena de favores virtual donde la gente pide ayuda y la da. La cosa
parece que funciona y algunos casos dramáticos se han solventado.
Ansel va con su jersey de cuello
de pico azul sin esconderse en el uniforme repulsivo de político o empresario ni
en el propagandístico de antisistema. Se le ve buena gente. Pero en sus ojos
azules noto, percibo, una cosa, un algo que no pega con la foto. Desafío.
El «jodío» de Ansel no cree en el
plomo o en la plata.
El «jodío» de Ansel tampoco pertenece
a grupos.
El «jodío» de Ansel se esconde tras
una buena causa pero creo que le ha calado. Es un pendenciero pero de los de
verdad.
Yo quiero.
Regina Roman y su Mota Rosa no
necesitan recordatorio pero vosotros sí, que fumáis demasiada hierba de la Comarca. Mañana toca.
Me he perdido un poco. No soy de peleas, y si de apoyar las cosas que tienen algo de sueño personal, incluso de utopía social. Saldrás bien parada, porque rubia eres (creo) pero de tonta no tienes un pelo, ni de cínica tampoco.
ResponderEliminarQue el 2013 sea tu año.
Un besote.
Manu
Por cierto. El link es erróneo. Creo que el correcto es http://www.acabaconlacrisis.es/
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ResponderEliminarOye... queeeee... Mancantao. ¿Qué quieres que te diga? Ma gustao, ma gustao y estoy de acuerdo. Menos lobos y más caperucitas.
R.R. (Martin. Este año estoy decidida a que me acompañe)