LA
MOTA ROSA: PANDORA 2013
Supongo que me disculparéis la demora en el subir la
entrada de hoy. Año nuevo es año nuevo y para colmo coincide con unas fiestas
familiares más sonadas que las campanillas de la Puerta del Sol, de modo que
aunque tarde, con amor. No lo olvidéis.
Despedimos un 2012 peliagudo que si no ha fulminado a
la civilización humana con un "mal rayo que nos parta" ni con un
meteoritazo en la azotea, anda muy cerca de conseguirlo creando la crisis
financiera más absurda que una mente enferma, diseñar pueda. No voy a repetir
en qué consiste el boquete financiero porque el dato es ya del dominio público
y no me gusta ser cansina (no más de lo imprescindible). Tampoco repetiré que
los ciudadanos estamos pagando la deuda derivada de los garrafales errores de
otros cuando nadie abona las nuestras (procedan de equivocaciones o no), porque
también lo saben hasta los gorriones. Mi pregunta es si la actual y ridícula
situación de hoy responde a un plan
maquiavélico para sumir al ciudadano medio en la absoluta pobreza o, en su
caso, conducirlo a la demencia, porque cuando se juega a pitorrearse de la
inteligencia de la gente, cuando se la ofende y el ofendido nada puede hacer
por resarcirse, el sentimiento de frustración e impotencia es tan brutal que
puede llevarlo a la locura.
Andaba yo desayunando en compañía de violas y
violines, de las más dulces flautas y de un señor muy peripuesto que movía los
brazos con elegancia meneando su batuta y pensé: ¡qué hermosura una orquesta!
¿Qué es lo que la hace grande? ¿Por qué suena tan rematadamente irresistible?
La conjunción. El complemento. La
simbiósis entre todos los músicos. La retroalimentación del magnífico acorde.
Que nadie ponga en duda las capacidades de un solo instrumento, uno por sí solo
basta para hacernos soñar y transportarnos, pero cuando más de uno fusionan sus
esfuerzos en armonía, el resultado es arrebatador.
Así, y no de otro modo, es la sociedad humana. Nos
bastamos en la individualidad, por fortuna, pero somos excelsos cuando nos
unimos. El momento en que un brazo desnudo se agita en el aire hasta topar con
otra mano extendida a la que se aferra, es mágico.
Y las dos extremidades buscarán y enlazarán una
tercera, y así sucesivamente formarán una cadena de poder que los llevará a
conseguir grandes cosas. Contemplando su progreso, la madre naturaleza
aguarda turno, esperando a que deseen contar con ella para la sublime
construcción del TODO.
A ese mundo de hermosas posibilidades y no a este, turbio
y seco, quiero pertenecer. A mi Pandora particular que no es un sueño improbable,
ni un engaño, ni una quimera. Es una realidad tan palpable como el fluir de las
venas que recorren nuestros cuellos de humanos estafados. Aprender que el que
ayuda se ayuda, que los ratos muertos que provocan enfermedad se llenan
acompañando a otros más solos y desgraciados. Que la comida vuelva a ser
comida, que un paseo junto al mar sea de nuevo el mejor (y más barato) de los
entretenimientos, que la inocencia, el sentido del humor y la bondad vuelvan a
ser valores en alza y no algo que ridiculizar. Que quienes llegan al poder se
preocupen por aquellos a los que gobiernan. Que el contacto con la naturaleza
nos reviva y nos alimente…
Esos son mis deseos para el nuevo año. Algunos,
diréis, muy difíciles de lograr, lejos de mis pobres posibilidades. Pero ya
ando socavando obstáculos, preparo cambios en mi entorno más inmediato, coloco
los cimientos de mi Pandora para 2013 y comienzo… por cambiar yo misma.
Felicísima entrada de año, de corazón. No lo llenéis
de magníficos propósitos. Elaborad ya
los planes para conseguir vuestros fabulosos fines. El movimiento se demuestra
andando.
Y mañana... ¡¡Tachaaaaaan!! Las galletas de la suerte con mi morena del alma, Alicia Pérez Gil.
Una entrada preciosa y cargada de razón. ¿Dónde está esa maravillosa orquesta? Porque parece que al tío de la batuta se le ha ido la olla y este mundo se está deshaciendo.
ResponderEliminarPido al año nuevo un buen director de orquesta, los músicos exitentes merecen la pena. Un beso y feliz año.
EliminarEl tipo de la batuta se mira el ombligo y cada músico trona por su cuenta. No sonamos, atronamos. Distorsionamos la melodía y rechinamos. Una pena, con los valses melodiosos que podrían salir de nuestra cooperación.
En fin, sé que eres una optimista soñadora como yo. Démosle una oportunidad a este 2013.
Un beso enorme, princesa.
R.R.
Pues yo pensaba en la grandeza del que en su mente humana (tan humana como la mía) es capaz de diseñar piezas tan hermosas en las que entran tantísimos instrumentos. Es capaz de escucharlos en su cabeza antes de que suenen juntos, y determinan que así está bien. Y ya lo creo que está bien.
ResponderEliminarAlguien piensa y nos une, y aunque algunos crean en complots..lo cierto es que estos momentos nos definen. Esté como esté todo, podemos responder..y tocar una música que nos alegre como los peluches que les han dado en el concierto.
Gran entrada Regina... un Beso.
Manu
EliminarGracias, tesoro. Tú ahí, siempre, al quite, con el polvorón en la boca pero siguiendo a las taconeras. Algun día, cuando te ponga voz y cara, te haré una entradita. Dediqueishon for yuuuu.
R.R.
Te tomo la palabra ;)
EliminarY por cierto.. vaya dos fechas en las que te ha tocado publicar :D
ResponderEliminar
EliminarAyyyyy!! Sí, jajajajajaja!!!
Ya sabes, al mal tiempo (a la fecha chunga) buena cara. Besos muchos.
R.R.