miércoles, 13 de febrero de 2013

LA MOTA ROSA: SEMANA ENAMORADA





No voy a comenzar atacando al tópico de que “vaya pérdida de tiempo fijar un día para el amor” “Hay que quererse todo el año” “Es un invento de los grandes almacenes para hacer negocio”… Menos blablablá y más glugluglú. Al grano. Por supuesto que hay que quererse todo el año, faltaría más, pero no está mal que un día especial quede sellado como tal, bautizado y nombrado representante;  marcar una fecha significativa en el calendario no hace daño a nadie y resulta francamente útil a los desmemoriados. Nadie te obliga a correr al centro comercial a gastar las perras, puedes, simplemente, llevarle a tu amor el desayuno a la cama o la bandeja con la cena al sofá; puedes escribirle una carta con tus sentimientos más íntimos, aquellos que siempre te dio vergüenza expresar; puedes dedicarle tu baile más sexy. No sigo porque voy corta de tiempo pero seguro que habéis captado el mensaje: tener un detalle en nombre de Cupido no tiene por qué afectarte al bolsillo.

En nombre del amor se han dicho muchas cosas, se han escrito sonetos, se han filmado verdaderas obras de arte, de modo que no me molesta que haya un día de los enamorados, es más, abogo por instaurar una “semana enamorada”, siete días a lo largo de los cuales nos esforcemos consciente y voluntariamente, en hacer más felices a nuestros compañeros de camino. Hablamos del amor, parloteamos con frecuencia respecto de ese etéreo sentimiento que llega sin llamar y nos atrapa en sus redes pero pocos sabemos lo que significa en profundidad.




¿Te conocemos, Cupido? ¿Representa Eros la gran incógnita? Ya no me refiero solo a cuando se confunde con un espejismo y nos lleva por la senda de la amargura y la fascinación. ¿Sabemos el nombre de las muchas sustancias puramente químicas que se activan con la atracción? ¿La fecha de caducidad de sus efectos? ¿La clave antropológica de en qué nos fijamos cuando escogemos compañero/a?

Hay tantas variantes en juego que enamorarse es como jugar a una ruleta que no se detiene. No es fácil, han de combinarse muchas cosas. Hay gente que se va de este mundo sin haber sentido el pinchazo mágico (el de verdad). Deberíamos sentirnos muy afortunados cuando ese gran milagro nos visita y nos envuelve con su abrazo en lugar de cuestionarlo todo el tiempo: a él/ella, a nosotras/os, lo que ocurre, cuándo y cómo… en lugar de dejarnos llevary disfrutarlo, nos dedicamos a matar lentamente ese gran prodigio que es conocer el amor.

 
Que nunca te hayan querido, decía el poeta, es casi circunstancial. El no haber amado jamás, una auténtica desgracia.

Feliz día de San Valentín. Luchad por enamoraros (el deseo sincero basta).

 Y mañana jueves... ¡Tachaaaaan! Encuentro en Tacones. Con nuestra rubia Irene Comendador.
Ahí es ná...



4 comentarios:

  1. Mi querida amiga Martin, yo me quedo con "siete días a lo largo de los cuales nos esforcemos consciente y voluntariamente, en hacer más felices a nuestros compañeros de camino". Voy a ponerme a ello con urgencia que voy con 3 días de retraso me temo.
    Besos

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    1. Jajajajajajaja corre, correeeeeeeeeeeeeeeee!!!

      R.R. (Martin, para variar)

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  2. Las semanas son periodos de siete días. Si empiezas hoy y terminas el martes que viene, también vale :)

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    1. La Bru ya lo ha dicho. Lo que importa es la intención (llevada a cabo, desde luego).

      Muas!!

      R.R. (Martin, que no se diga)

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